Australia e Irán parten como favoritas en la segunda jornada de los cuartos de final de la Copa de Asia 2012, que se celebra en Qatar, aunque todo apunta a que deberán sudar para superar a otras dos selecciones con grandes aspiraciones: Irak y Corea del Sur.

Los "socceros" se enfrentarán en el estadio Jassem bin Hamad de Doha a los defensores de la corona, Irak, en duelo de entrenadores alemanes: Holger Osieck, técnico de la máxima aspirante, contra su compatriota, Wolfgang Sidka, que tiene la difícil papeleta de revalidar el título.

Los australianos, que cumplieron una primera fase de juego irregular aunque se clasificaron sin problemas como primeros de grupo, están pendientes de su estrella, el jugador del Everton, Tim Cahill, que arrastra molestias.

Aunque los médicos no eran demasiado optimistas hace dos días, parece que el delantero estará en condiciones para la trascendental cita.

Osieck trabaja desde hace semanas en la mentalidad de su equipo, que en ocasiones parece demasiado ansioso por reparar la frustración que supuso su eliminación en 2007 en cuartos de final frente a Japón.

Nuevos en la competición -debutaron en la pasada edición tras abandonar la federación de Oceanía-, los australianos, que cuentan con el mayor número de jugadores en ligas europeas de todos los participantes, están también ansiosos por estrenar su palmarés asiático.

En el plano puramente deportivo, los "socceros" compiten con la sensible baja del centrocampista de Blackburn Rovers inglés, Brett Emerton, sancionado.

Irak, que ha recuperado las buenas sensaciones tras un dubitativo inicio de la competición, está pendiente de la evolución de Karrar Jasim, autor del gol de la crucial victoria sobre Corea del Norte, pero que se tuvo que retirar lesionado con un fuerte dolor en la pierna izquierda.

Los chicos de Sidka parecen haberse quitado el vértigo que les aprisionó durante el primer partido contra la vecina Irán y recuperado el tono que les hizo campeones en 2007.

Los pronósticos, no obstante, parecen más inclinados en favor de los oceánicos.

Los cuartos de final se cierran el sábado con un clásico de las copas de Asia: será la quinta vez que Irán y Corea del Sur se vean las caras en esta fase.

En todas las ocasiones anteriores, el ganador de la eliminatoria logró situarse al final entre los tres primeros.

Frente a las típicas consignas de "hay que ir partido a partido", Irán se ha autoproclamado aspirante al título.

Su entrenador, Afshin Ghotbi, muy contestado en los meses previos al campeonato, ha insistido en varias ocasiones en que a su equipo solo le sirve la victoria final.

Es cierto que la escuadra persa ha sido la única que la logrado el peno de puntos durante la primera fase, pero su juego, sólido al estilo de Guus Hiddik, con quien Ghotbi coincidió en la selección de Corea del Sur, ha dejado algunas dudas.

Bien plantado atrás, capitaneado con maestría por el osasunista Javad Nekounam y rápido en los extremos, ha mostrado diversas lagunas y le ha costado mucho cerrar los partidos ante rivales a priori inferiores.

Solo Irak le exigió un esfuerzo extra en el primer choque, en el que se vio obligado a remontar, lo que unido a que la clasificación matemática le permitió jugar con los suplentes el último partido, hace que llegue muy frescos a la fase del k.o.

Los coreanos, por su parte, confían en concretar la fiabilidad que han mostrados durante los tres primeros partidos, al mando del centrocampista del Manchester United, Park Ji-Song, hasta ahora la estrella más consistente del campeonato.

Pese a no brillar en exceso, el hábil jugador ha sabido hilvanar con destreza el juego de su selección, a la que un gol de penalti de la débil India le dejó sin el primer puesto del grupo, que se resolvió en favor de Australia por mejor gol averge.

Los asiáticos, que siempre están entre los favoritos, empataron con los australianos, en un partido en el que llevaron la ventaja en el marcador.