EL AZAR HA HECHO que el mismo fin de semana coincidan dos partidos de rivalidad deportiva en nuestra Isla. Si duda, será el fútbol el que ocupe, de hecho ya lo está haciendo, el mayor interés. Sin embargo estamos convencidos de que esta noche, en el Santiago Martín, el baloncesto será motivo para disfrutar de mucho colorido en las gradas y de mucha emoción y competitividad en la pista.

El encuentro del Heliodoro no recibe a los equipos en muy buen estado anímico por las dificultades que atraviesan ambos en la clasificación. En el de baloncesto, la situación no es tan crítica si bien es cierto que la temporada también les está dando algún disgusto tanto a palmeros como a tinerfeños.

Los de la Isla Bonita parecen haber despertado de un primer sueño. Su inicio de Liga no pudo ser mejor. La situación ahora es diferentes, dos victorias en los últimos nueve partidos obligan a no dormirse por si el sueño se convirtiese en pesadilla.

Los de Alejandro Martínez, parecen haber salvado una segunda crisis deportiva. A las preocupaciones del comienzo de Liga se intuía que se le podían unir las del comienzo de 2011. El triunfo, y la forma de conseguirlo, del último encuentro en Tarragona han aliviado la situación, pero no le han eximido de la obligación de ganar el de hoy para seguir estando entre los privilegiados.

El choque tiene una previa muy interesante. Al margen de la rivalidad, las trayectorias irregulares de ambas plantillas multiplican la incertidumbre del resultado. Las claves para el desequilibrio podrán ser diversas. El acierto exterior de los aurinegros parece necesario para ser competitivo. La excelente actuación de Sabat en Tarragona sirvió para fundamentar el argumento de la necesaria aportación de los bases; su ausencia ante Murcia y León castigó el juego ofensivo del grupo.

En el interior, emparejamientos de alto nivel. Richi, Chagoyen, Palacios, Odiakosa. En el dominio de los rechaces, con un partido presumiblemente marcado por las precipitaciones, podría estar otra de las claves.

Esta noche, el baloncesto será protagonista; después lo será el fútbol.