Rubén Rosquete se reunirá el domingo por la mañana en un bar de Murcia con tres compañeros de equipo para poder ver el clásico. Se unirán al delantero de Icod, cedido por el Tenerife al Real Murcia, un venezolano que emigró siendo un niño a la Isla, el guardameta Dani Hernández, además del valenciano Carles Martínez y el madrileño Jorge Molino, que serán dos "tinerfeñistas más". No obstante, tampoco descarta que acuda a la cita el canarión de la plantilla pimentonera, Abraham.

Rubén y compañía tendrán el tiempo justo para disfrutar del clásico, ya que tres horas después de la finalización del Tenerife-Las Palmas empezará, en la Nueva Condomina, el partido entre el Real Murcia y el Cádiz, de la vigésimo segunda jornada de Liga del grupo cuarto de Segunda B.

Antes de la celebración del clásico, el goleador tiene previsto ponerse en contacto con algún integrante del plantel blanquiazul para transmitirle ánimos. "A ver si llamo a Iriome o a Bertrán", revela Rubén, que espera que el clásico suponga "el inicio de una buena racha" para el conjunto de Mandía. "Con una victoria en este partido, el equipo reforzará su estado de ánimo y estará más cerca de salir de la parte baja de la tabla".