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Cerro ReyesJorge I; Jorge II, Borja, Capa, Alberto; Fran, Antonio, Chico (Iván, 83''), Parri; Emilio y Albertino (Camas, 62'').

VecindarioSanti Hidalgo; Killian, Fran (Aday, 76''), Eduardo, Dorta; Coméndez, Néstor (Ventura, 55''), Michel (Tana, 62''), Ruymán; Quesada y Yeray López.

ÁrbitroVicente Moral, del Colegio Castellano-Leonés. Expulsó por los locales a Alberto (83''), al ver la segunda amarilla; y también a su compañero Camas (92''), con roja directa. Amonestó por los locales a Camas y Jorge; y por los visitantes a Aday.

IncidenciasJosé Pache. Unos 300 espectadores.

El Vecindario empata con el Cerro de Reyes en el José Pache, aunque el resultado fue lo de menos. Y es que los grancanarios se encontraron con un rival que salió a jugar con juveniles, pues sus profesionales se negaron a hacerlo, al declararse en huelga por el impago de sus nóminas desde el mes de septiembre.

Los extremeños sacaron 11 juveniles y solo tenían tres hombres en el banquillo, también juveniles. Al no poder alinear a siete jugadores de la primera plantilla, con toda seguridad el encuentro se le dará por perdido al Cerro Reyes por alineación indebida. Además, tampoco habían pasado 48 horas después de que los juveniles alineados hubiesen disputado su último partido, pues el sábado habían tenido choque de Liga de su categoría.

La directiva del Cerro de Reyes prefirió incurrir en estas dos irregularidades que no presentarse a jugar, lo que a su entender hubiese acarreado peores consecuencias para la entidad.

El encuentro no empezó a su hora. Lo hizo con media hora de retraso y es que el Cerro de Reyes tuvo que avisar de urgencia sus juveniles para se presentasen en el José Pache. De hecho, se estuvo negociado con los integrantes de la primera plantilla hasta el último momento, pero sin llegarse a ningún acuerdo.

El trío arbitral y los visitantes aguardaron a que todo estuviese listo, arrancando el encuentro con medio hora de retraso sobre el horario previsto. De hecho, los grancanarios estuvieron calentando más de 40 minutos hasta que todo estuvo dispuesto.

El desarrollo del encuentro fue atípico. El Vecindario no quiso poner mucho de su parte. Fue digno de aplauso el esfuerzo hecho por los locales.