Lo mejor que puede ocurrir cuando se cierra un fichaje es que ambas partes queden satisfechas. Hace poco más de un mes que Sebastian Dubarbier se incorporó al Tenerife y apenas cuatro semanas que lo hizo Ritchie Kitoko. Y se puede asegurar con un margen algo fiable de que los tres, club y jugadores, acertaron. Ellos le han dado frescura a un vestuario cargado de fracasos y futbolísticamente han aportado cualidades que no existían en el plantel. Y, a su vez, han encontrado lo que buscaban: minutos de juego. Han pasado de no contar en sus equipos a asumir un papel protagonista en el conjunto de Tapia.
La última ocasión en que Dubarbier jugó un partido completo fue el 26 de octubre pasado. Correspondía a los octavos de final de la copa francesa. El argentino estuvo en la cancha los 120 minutos que duró el encuentro, pues al final del tiempo reglamentario el resultado era de empate a uno. La prórroga se extinguió y se mantuvo el resultado con lo cual hubo de lanzarse una tanda de penaltys que ganó el Mónaco (5-3). Ayer se cumplieron cinco meses desde entonces. Es lógico, por lo tanto, que Sebas notara más cansancio del normal el pasado viernes después de jugar los 90 y pico minutos del encuentro ante el Xerez. El argentino ha asumido que en estos momentos le toca sufrir y que tendrá que aguantarlo si quiere seguir contando con la confianza de Tapia: "Hay que ayudar en defensa, tratar de llegar en ataque, crear opciones... Y te desgasta. Es una de las posiciones en las que más tiene que correr", indicó. Así, garantizó que el martes tanto él como el resto del equipo estará en plenas condiciones para jugar otros 90 minutos: "Si pensamos en el desgaste se puede llegar a notar, pero si tenemos la cabeza bien puesta en el partido no tendría que notarse", indicó.
Kitoko llevaba mucho más tiempo sin disputar un partido completo. El congoleño, que solo participó en cinco encuentros con el Granada, únicamente empezó y acabó el partido de la segunda ronda de la Copa en que el cuadro andaluz venció 2-0 al Albacete. Y eso fue el 1 de septiembre. Han pasado, por tanto, casi seis meses. El viernes Kitoko se estrenó en el Rodríguez López y como Sebas completó su primer partido con el Tenerife.