El esperado duelo entre los dos equipos de Florida, el Heat de Miami y los Magic de Orlando, cumplió con las expectativas de estar cerrado en el marcador final, pero lo que no se esperaba fue la manera como se desarrolló el partido, con dos partes completamente diferentes y la nueva humillación que sufrieron las estrellas de los "Beach Boys".

Mientras que los Nuggets de Denver siguen la luna de miel tras la marcha del alero estrella Carmelo Anthony y consiguieron el segundo triunfo consecutivo para consolidarse en el segundo lugar de la División Noroeste al vencer por 101-103 a los Jazz de Utah.

La crisis de juego se instaurado de dentro del Heat de los nuevos "Beach Boys", que vieron como sus vecinos rivales de los Magic les ganaron por 96-99 después de remontar 24 puntos de desventaja que tenían en el tercer periodo.

Esta vez los Magic tuvieron el tiempo suficiente para completar la remontada, la mayor que han logrado en lo que va de temporada, y dejaron en evidencia que algo no funciona dentro de la química de equipo de los Heat con las súper estrellas del alero LeBron James, el escolta Dwyane Wade y el ala-pívot Chris Bosh.

Inclusive los Heat llegaron al partido disputado en el American Airlines Arena, de Miami, con el debut del veterano base Mike Bibby, que se compró su contrato del próximo año por 6,2 millones de dólares por llegar a un equipo con máximas aspiraciones al título de campeón de liga.

El Heat fue ese equipo en la primera parte, que llegaron a tener hasta 21 puntos de ventaja, y la concluyeron con 18 y parcial de 63-45.

Pero todo cambió en el tercer periodo, el Heat, como le había sucedido en el partido anterior ante los Knicks de Nueva York, de manera incomprensible perdieron la concentración en su juego, dejaron de ser eficaces en el ataque, no defendieron bien y el escolta Jason Richardson anotaba todos los triples que intentaba.

Ante el asombro y frustración de los seguidores del Heat y la falta completa de capacidad de reacción por parte del entrenador del equipo de Miami Erik Spoelstra para cambiar la situación, los Magic, después de estar abajo 24 puntos en el tercer periodo, lograron una racha de 40-9 en los siguientes 15 minutos.

El Heat intentó salvarse al final y generó el suspense, como sucedió con los Knicks, pero tampoco acertaron con la canasta decisiva que les hubiese permitido forzar la prórroga.

Primero, Bosh falló un intento de triple con siete segundo para el final, el rebote ofensivo lo capturó Bibby, el recién incorporado, y le dio el pase a James que también fallo con tres segundos.

Richardson se iba a los vestuarios como el máximo encestador y verdugo del Heat al conseguir 24 puntos, incluidos 11 en el inicio del épico resurgir de los Magic en la segunda parte, con seis triples anotados de ocho intentos.

Mientras que el base Jameer Nelson también aportó 16 puntos, 12 de ellos en la segunda parte y como no, el pívot Dwight Howard, en su línea de "Superman" bajo los aros consiguió un doble-doble de 14 tantos con 18 rebotes, cinco asistencias y cinco tapones.

El ala-pívot reserva Ryan Anderson también hizo una gran labor como sexto jugador al aportar 15 puntos con cinco rebotes, recuperó un balón y puso un tapón, mientras que el base Gilbert Arenas consiguió 11 tantos, incluidos un par de triples decisivos en el cuarto periodo.

Los Magic estaban abajo en el marcador 74-49 con 8:57 minutos por jugarse del tercer periodo y surgieron con parcial de 23-50 para conseguir la cuarta victoria consecutiva y empatar a 1-1 la serie entre ambos equipos.

Sin en el tercero cuarto los Magic ya habían conseguido entrar de nuevo al partido con parcial de 17-26, el cuarto lo comenzaron de forma arrolladora para una racha de 18-2, que iba a ser definitiva.

James, que consiguió 29 puntos, con seis rebotes, cuatro asistencias y dos tapones, mientras que Wade aporto 28 puntos, cinco asistencias, cuatro rebotes y recuperó dos balones.

Bosh no estuvo inspirado y se quedó con sólo 15 después fallar 10 de 15 tiros de campo y capturó cinco rebotes para el Heat, que vivió su noche más humillante desde que inicio la temporada con los "Big Three".

Los nuevos Nuggets volvieron a demostrar que están dispuestos a hacer cumplir los pronósticos de su entrenador George Karl cuando aseguró que iban a ser aun mejor equipo que con "Melo".

Otra muestra del nuevo potencial que tienen los Nuggest la dieron con su triunfo ante los Utah, que si han sentido la marcha del base estrella Deron Williams, pero sobre todo la retirada del veterano entrenador Jerry Sloan.

El escolta Arron Afflalo, a pesar de tener dolores en un tobillo, salió a jugar el partido y con 19 puntos iba a convertirse el jugador clave del ataque eficaz de los Nuggets al anotar el triple decisivo cuando faltaban 11,4 segundos para concluir el partido que les iba a dar la ventaja parcial de 98-102.

Mientras que el base Ty Lawson también quiere hacer olvidar al veterano Chauncey Billups, que acompañó a Anthony a la ciudad de los rascacielos, y con 23 puntos, seis rebotes y cinco asistencias, fue el líder en el ataque de los Nuggets.

Pero faltaba también la labor de equipo que realizó el pívot brasileño Nené Hilario que aportó 13 puntos, ocho rebotes, cuatro robos de balón y tres asistencias en los 34 minutos que jugó.

El base Devin Harris, que llegó junto con el novato Derrick Favors por Williams, aportó 21 puntos con nueve asistencias para ser el jugador más completo de los Jazz (32-30).

El escolta-reserva C.J.Miles con 22 puntos fue el líder encestador para los Jazz, que no tenían siete derrotas consecutivas en su campo del EnergySolutions Arena desde la temporada de 1982.

Además, bajo la dirección de su nuevo entrenador Tyrone Corbin, que sustituyó a Sloan en el cargo de máximo responsable del equipo, los Jazz sólo han podido ganar un partido de los siete disputados.