El equipo español logró una victoria histórica al certificar su triunfo sobre Bélgica en el partido de dobles (3-0) y colocarse en cuartos de final del Grupo Mundial sin ceder un set.

Si Nadal y Verdasco se impusieron el viernes a Ruben Bemelmans y Xavier Malisse respectivamente, sin perder una manga y cediendo únicamente ocho juegos, "Fer" y Feliciano López se complementaron ayer para destrozar las esperanzas del equipo belga, al vencer a Olivier Rochus y Steve Darcis, por 7-6 (0), 6-4 y 6-3 en dos horas y 23 minutos.

El conjunto español vuelve a dejar liquidada una eliminatoria por 3-0 fuera de casa tras la obtenida en Bremen (Alemania) en 2008. En la final de 2009, en Barcelona contra la República Checa, también el sábado habían certificado su victoria.

Ahora el conjunto de Albert Costa debe esperar a que se resuelva la eliminatoria entre Chile y Estados Unidos, en Santiago, con empate 1-1 por el momento, para saber dónde tendrá que viajar del 8 al 10 de julio, en busca de semifinales.

Un remate cerca de la red de Fernando Verdasco, el mejor de los cuatro jugadores ayer en la pista, sirvió para poner punto final a un partido que no tuvo la emoción esperada, a pesar de que la selección belga buscaba una victoria a la desesperada. De hecho, tan solo acudieron cerca de 4.000 espectadores al Spiroudome, quizás porque estaban convencidos de que la misión de ganar a España ya era imposible, tras el 0-2.

De nada sirvió el cambio de Reginald Williems, capitán de Bélgica, sustituyendo a Malisse por Darcis para dar descanso a su número uno por si se daba el milagro y se llegaba a hoy domingo con aspiraciones. La pareja belga se encontró con un Verdasco que jugó el mejor partido de dobles de los once que ha disputado en Copa Davis.

El zurdo madrileño solo concedió un punto de servicio en todo el partido, pero nunca entregó su saque, martirizó con su derecha a Rochus y Darcis desde el fondo, y él solito ganó cinco puntos del desempate del primer set, clave para que la pareja española se fuera luego en el marcador.

Los impresionantes globos que colocaron tanto Rochus como Darcis dieron espectacularidad a un duelo desigual por las alturas de los rivales.