Es difícil encontrar tanta complicidad entre dos rivales como la que reunirán el sábado que viene en el Heliodoro el delantero del Tenerife Igor y el atacante del Córdoba Charles. La confianza que tienen no nace de su etapa en común en el Pontevedra, sino de su vínculo familiar, ya que el "9" blanquiazul y el "11" verdiblanco son primos segundos, por parte de madre. El árbol genealógico de estos futbolistas brasileños acoge en una de sus ramas a otro jugador de la categoría, el ariete de la Ponferradina Yuri, que es hermano de Igor. A falta de trece jornadas para que finalice la Liga y con un margen de error mucho más amplio a favor del Córdoba, los tres están implicados en la lucha por la salvación.

Años atrás, cuando compartieron infancia en Portugal, no podían imaginar una situación como esta.

Igor ya ha tenido la oportunidad de enfrentarse a Yuri -jugaron en clubes portugueses diferentes-, pero todavía no ha tenido como rival a Charles, circunstancia que ya ha abierto un intercambio de mensajes de teléfono móvil entre los dos primos, que seguramente se cruzarán en el terreno de juego, ya que la baja de Nino aumenta las opciones de que el brasileño del Tenerife dispute más minutos el sábado. A falta de saber cuál será su papel en el choque con el Córdoba, Igor avisa de que los diez goles que suma Charles en Liga, y que lo convierten en el máximo anotador y titular fijo de su equipo, son el indicio más claro de su estado de forma. "Lo considero un jugador bastante bueno y esta temporada está acertando en los remates a puerta, así que espero que el sábado no tenga fortuna", indica.

Charles, que interesó al Tenerife hace años, también le desea lo mejor a Igor, pero no en el duelo del próximo fin de semana, ya que "aquí cada uno tiene que mirar por sus intereses y en el campo no hay familia". De hecho, el go-leador del Córdoba advierte de que en su equipo tienen "una espina clavada" por los últimas tres derrotas y vendrán al Heliodoro "a por todas". En el plano personal, no esconde que lleva tiempo esperando la cita de la trigésima jornada y que su teléfono celular le ha servido de herramienta perfecta para dar rienda suelta a su expectación. "Como es la primera vez que jugamos en contra, nos hemos estado enviando mensajes en los que le decía a Igor: quedan dos semanas, falta solo una...", confiesa Charles, que no tiene claro cuál puede ser el resultado que prefiere Yuri. Lo que sí comparte sin pensarlo dos veces es su deseo de que la temporada depare un final feliz para su familia. "Espero que logremos la permanencia los tres", apunta consciente de la dificultad de esta carambola. En el recuerdo quedan las temporadas en las que los tres hacían vi-brar a la afición del Pontevedra, al que únicamente pertenece Igor. "Se trata de un gran jugador y le aportará mucho al Tenerife", señala Charles, agregando con añoranza: "Me encantaba jugar con él". Amor de primo.