La información de la cadena Cope sobre las presuntas prácticas de dopaje en el Barcelona para mejorar el rendimiento del equipo abrió ayer un nuevo capítulo con el anuncio del club de interponer una querella contra la emisora.

A su vez el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, llamó al del Barcelona, Sandro Rosell, para confirmar que la entidad madridista "no tiene nada que ver" con dicha información, que la cadena basaba en una fuente del club blanco.

Toni Freixa, portavoz de la junta directiva del club catalán, anunció que el Barcelona ha decidido presentar ante los juzgados de primera instancia "una demanda de protección del derecho del honor y reclamación de daños y perjuicios" contra Cope. Esta cadena sostuvo, citando una fuente del Real Madrid, que el club blanco no entendía que el Barcelona trabajase con médicos de "dudosa reputación" y que estaba dispuesto a pedir a la Federación que se realicen controles antidopaje "serios" en la Liga.