EN LOS PRÓXIMOS nueve días se jugará la mitad de las jornadas que restan para la finalización de la Liga regular. Tres encuentros, en ese corto período de tiempo, que deberán servir para aclarar el panorama clasificatorio en una competición siempre igualada.

El Isla de Tenerife Socas Canarias emprende ese tránsito con una doble salida. Geográficamente, atravesará el territorio nacional. Desde Tenerife a Melilla; posterior regreso a la isla para, casi sin solución de continuidad, viajar a tierras gallegas donde les espera el Breogán. La gira terminará el siguiente domingo en el Santiago Martín con la visita del Ourense.

Tres compromisos a cada cual más exigente. Melilla no está protagonizando una campaña como en ediciones anteriores. Sus dos últimas derrotas le han complicado sus opciones de alcanzar las eliminatorias de ascenso. Ocupa el último lugar de esos equipos privilegiados con plaza para playoff y no puede permitirse más contratiempos.

Los de Alejandro Martínez están atravesando, seguramente, el mejor momento deportivo en la temporada. El buen juego viene acompañado de resultados y todo hace indicar que está preparado para grandes exigencias. Sin embargo, y para no perder la costumbre que parece estar castigando al equipo este año, la lesión de Richi Guillén trastoca en algo los planes del cuadro técnico.

No es tanto el contratiempo puntual de no contar con nuestro mejor jugador para el partido de esta noche, que la preocupación que acarrea toda lesión muscular. Fotis, Chagoyen y Serrano deberán multiplicarse para controlar el juego interior de los melillenses. De nuevo Nacho Yáñez volverá a jugar algunos minutos cerca del aro tal y como lo hizo hace siete días.

El grupo sabe que ganando en casa asegura el objetivo, pero también es consciente que las victorias fuera del Santiago Martín les hacen soñar con alcanzar el quinto puesto en la tabla, que ahora ocupa Cáceres, y que les otorgaría el factor cancha en la pimera eliminatoria por el ascenso.

Entrenador superior de baloncesto