Tres semanas de suplicio restan a Albacete y Tenerife, dos descendidos matemáticamente a Segunda División B, que se enfrentan esta tarde en el Carlos Belmonte. En un día marcado por la reflexión previa a las elecciones de mañana, ambos equipos reflexionarán también sobre los motivos por los que han llegado desahuciados a la jornada 40 de Liga. Resultará difícil encontrar una motivación mayor que la profesionalidad, la vergüenza torera y la posibilidad de convertir estos últimos encuentros en un escaparate para que otros conjuntos de la Liga Adelante se fijen en los futbolistas que estén sobre el terreno de juego.

Para los blanquiazules, se trata del primer partido después del descenso. Aunque solo faltaba el colofón matemático del mismo, se enfrentarán por primera vez a un envite en el que nada se juegan realmente. Como viene siendo habitual en las últimas semanas, David Amaral pierde a varios jugadores por sanción (Luna, Pablo Sicilia y Ricardo) y otros por lesión (Melli, Mikel Alonso, Dubarbier e Hidalgo). De esta forma, el preparador de Arico dará la alternativa a dos canteranos. Ayoze formará pareja en el centro de la zaga con David Prieto, único central profesional disponible. Mientras, Moreno se estrenará después de cinco convocatorias con el primer equipo. Lo hará como titular y en el centro del campo (su posición habitual esta temporada en el filial) junto a Kitoko.

Será ésta una de las motivaciones del partido para la afición tinerfeña: ver en acción a otros canteranos después de la alternativa a Germán, que ha participado en los cuatro últimos choques. Además, el anuncio de Juanjo Lorenzo de no contar con miembro alguno de la plantilla actual para la próxima campaña supone también que estas últimas jornadas servirán para despedir a algunos de los héroes del ascenso... convertidos ahora en villanos del descenso.