Sebastian Vettel (Red Bull), Fernando Alonso (Ferrari) y Jenson Button (McLaren), que finalizaron por ese orden en el GP de Mónaco, protagonizaron una carrera de ensueño que podría haber pasado a la historia, pero la interrupción de la misma a siete vueltas del final, por un accidente múltiple, terminó con todo el interés.

Vettel, Alonso y Button llevaban doce vueltas separados por poco más de medio segundo cuando tenían que doblar a un grupo de rezagados que, finalmente, definieron el devenir de la carrera.

Tres tácticas diferentes, Vettel a una parada y con los neumáticos casi completamente agotados, Alonso a dos y Button a tres y la misma igualdad en la pista.

Alonso trató de adelantar a Vettel en las dos únicas rectas en las que existe esa pequeña posibilidad, la de meta, en la que el de Ferrari pudo usar el alerón móvil, pero no fue suficiente, y en el túnel, pero en ambos sitios el alemán se defendió con el KERS, mientras que Button permaneció al acecho.

Las diferencias en el paso por meta eran de una o dos décimas de segundo. Alonso presionó a Vettel para que aumentara la degradación de sus neumáticos o cometiera un error. Parecía imposible que el alemán aguantara la presión en las nueve vueltas que faltaban, cuando se acercaron a doblar a un grupo de rezagados.

La carrera se parecía al GP de España de 1981, en el circuito del Jarama, cuando Gilles Villeneuve (Ferrari) hizo más de media carrera con cuatro coches pisándole los talones y logró cruzar la línea de meta primero.

Pero cuando llegaron al primer ángulo de La Piscina se encontraron con que Adrian Sutil (Force India) se salió, Lewis Hamilton (McLaren) frenó para evitarlo y Jaime Alguersuari (Toro Rosso), que estaba adelantando a Nick Heidfeld (Renault), dio por detrás a Hamilton y, con el coche desequilibrado, se llevó por delante al ruso Vitaly Petrov (Renault).

Vettel, Alonso y Button tuvieron la suerte de pasar sin verse implicados en el incidente. El director de carrera neutralizó la prueba tras el coche de seguridad y luego la detuvo con bandera roja, porque Petrov necesitaba asistencia médica. Fue traslado al hospital Princesa Gracia de Mónaco y los médicos comprobaron que no tenía fracturas, solo un fuerte esguince en el tobillo izquierdo, y dos horas después de su ingreso regresó al circuito.

El hecho de que la carrera se reanudara tras el coche de seguridad y que los pilotos pudieran cambiar de neumáticos anuló ya toda emoción en las últimas seis vueltas y Vettel se adjudicó su primera victoria en el Principado, la quinta del Mundial en seis carreras, y al cumplirse el primer tercio del campeonato pone una seria hipoteca sobre el título.

Alonso logró un segundo puesto que le supo a poco, porque pudo ganar la carrera, y se hubiera convertido en el primer piloto que lo hacía con tres coches diferentes, en 2006 con Renault, en 2007 con Mclaren y ayer con Ferrari. Button también terminó decepcionado, porque de los tres era el que tenía los neumáticos más nuevos y también pensaba que podía ganar.

Lewis Hamilton (Mclaren) salió de Mónaco con un buen puñado de sanciones y graves daños colaterales. El pasado sábado fue sancionado por saltarse la variante de entrada al puerto en la sesión de clasificación y perdió dos puestos en la formación de salida. Ayer, colisionó con Felipe Massa (Ferrari) y con Pastor Maldonado (Williams), por lo que fue sancionado con 20 segundos.