Alberto Contador logró su segundo triunfo en el Giro de Italia, lo que le permite empatar con Miguel Induráin en el palmarés de la carrera rosa, otro paso que le coloca en indiscutible líder mundial en pruebas por etapas, con seis triunfos consecutivos en sus seis últimas participaciones.

El ciclista madrileño, de 28 años, se agarró al Giro nada más recuperar la licencia de ciclista, puesta en cuarentena por un presunto positivo por clembuterol en el pasado Tour de Francia. Tras 6 meses en un sinvivir, la Federación Española decidió su absolución. Vía libre y a competir. Y a ganar.

Estreno espectacular. Tras un cuarto puesto en la Vuelta al Algarve, adonde viajó la víspera de la salida (14 de febrero) con pleno derecho para ejercer su profesión, el ciclista madrileño se alistó en la Vuelta a Murcia y en la Volta a Catalunya. Dos triunfos más para su palmarés. Demostraciones contundentes de un corredor herido en su orgullo.

El Giro de Italia ha conocido una versión dominante de Alberto Contador, implacable, aunque con dosis de generosidad. En la salida de Venaria Reale el pronóstico le situaba en lucha con Vincenzo Nibali, el ganador de la Vuelta y Michele Scarponi en la lucha por el título. La incertidumbre duró apenas una semana, pues en la octava etapa llegó el primer aviso. Un ataque a 1.500 metros del final sirvió de primer aviso. Un "aquí estoy" del madrileño, que saltó del grupo de favorito, fue segundo y logró unos significativos segundos de bonificación que le ponían al frente en la lista de la alta jerarquía.

Y llegó el volcán Etna

Fue la jornada del volcán Etna. En el gigante de fuego siciliano Contador incendió el Giro. Un latigazo a 6 kilómetros de meta le condujo a la victoria y al liderato, a la maglia rosa, prenda que ya no soltó en contra de sus deseos. Los favoritos quedaron heridos con más de un minuto de retraso. Contador colocó los cimientos de su segundo Giro en la costa del Tirreno.

Llegó la hora de la verdad con el tríptico de los Dolomitas y la cronometrada de Nevegal. Chupinazo para el festival que redujo el Giro de Italia a la lucha por la segunda plaza. Una cima austríaca, el Grossglockner, la "gran campana", fue el escenario de otro golpe sobre la mesa. El madrileño se llevó de compañero de fuga al venezolano José Rujano y le regaló la etapa. Y Ganó un aliado. El dúo endosó más de minuto y medio a Nibali, Scarponi y compañía.

Restaban las dos etapas reina del Giro, en los altos del Zoncolan y Gardeccia, donde se lucieron los hombres del Euskaltel. Igor Antón coronó el primero de esos míticos puertos, Nieve el segundo. Pero en la lucha por la general Contador volvió a sacudir a sus rivales.

La cronoescalada de Nevegal supuso la segunda victoria de Contador en el Giro, la sexta española, que igualaba un récord histórico. La renta en la general sobre Scarponi y Nibali a partir de los cinco minutos.

A cinco días de Milán el segundo Giro era cuestión de tiempo. Carrera controlada, rivales con la moral hundida, el primer escalón del podio tenía inquilino, no así los escalones secundarios.