Atlétic de Terrassa y Club de Campo jugarán mañana el segundo partido (13.00 horas) de la final de la División de Honor, en el que una victoria de los madrileños les otorgaría el campeonato después de la que lograron hace una semana en Madrid (5-4).

El Atlétic, defensor del título y con ventaja de campo, necesita ganar para forzar el tercer y definitivo encuentro, que se jugaría el domingo (12.30 horas) de nuevo en Can Salas ante su público, donde ya se impuso al Club en la liga regular (2-1) esta temporada.

"Los campos en Cataluña son difíciles. Aquel fue nuestro peor partido de la temporada. Otros años el Club de Campo salía algo condicionado por el ambiente, el historial negativo y la confianza con la que juega el Atlétic en su campo. En éste será distinto", dijo el delantero internacional del Club Edi Tubau.

Según informó la Federación Española (RFEH), los madrileños llegarán a Terrassa con la duda de Víctor Sojo, ausente ya en el primer partido de la final, dispuestos a marcar el "ritmo de juego, evitar que el partido se descontrole y que el Atletic tenga opciones en los penaltis-córner", en palabras de Tubau.

El Atlétic de Terrassa, que tendrá la baja segura en defensa de Jordi Carrera, encara con cierto optimismo el último fin de semana de la temporada, ya que pese a la derrota encajada en Madrid el equipo tiene la sensación de haber hecho un buen partido.

"No es que saliéramos reforzados ya que sólo lo habríamos conseguido ganando, pero nos dimos cuenta de que podíamos haberlos superado en su terreno", comentó el atlético Miki Delàs, quien apuesta por "repetir lo bueno y minimizar los errores".

Delás, que confía en el apoyo de la afición, señaló que probablemente el Club tratará de "aprovechar cualquier pérdida para salir al contraataque", mientras su equipo saldrá con "la obligación de ir a por el partido desde el inicio".