La capital tinerfeña presume de contar con un amplio número de clubes y de miles de licencias, pero no atiende a la necesidad de poner a su disposición los recintos deportivos cubiertos.

En el Palacio de los Deportes y en el Paco Álvarez se dan cita tal cantidad de clubes que dificulta a sus equipos poder disponer de las horas necesarias para los entrenamientos.

El Pabellón de La Salud lleva un año cerrado porque no se ha reparado parte de su parquet. El CB Santa Cruz optó por convertir el pabellón del IES Bernabé Rodríguez en su "cuartel general" y al Uni CajaCanarias le vale la cubierta instalada en El Chapatal.

Próximo a la avenida Príncipes de España, se ubica un complejo deportivo, con cancha cubierta de basket, que está esperando la "bendición municipal" para abrir sus puertas.

También es una vergüenza para el deporte chicharrero ver el "esqueleto" de un pabellón, cerca del Palacio de los Deportes, que lleva parado casi una década porque el ayuntamiento no ha querido asumir su compromiso. Lamentable.