El piloto de Yamaha Jorge Lorenzo, que ayer consiguió un meritorio segundo puesto por detrás de Casey Stoner (Honda), en el Gran Premio de Catalunya de MotoGP, apuntó que si al final de temporada su equipo "no puede luchar por el título, habrá que aceptarlo", pero "mientras haya una mínima posibilidad, tendré una fe ciega en ello".

Con respecto a la carrera de ayer, Lorenzo reconoció que había tenido algo de fortuna en el transcurso de la misma. "Hemos tenido un poco de suerte, y sin esas caídas injustas seguramente no estaríamos liderando el Mundial. Estamos con 7 puntos de ventaja, terminando casi siempre en el podio y estoy orgulloso por ello", indicó.

En lo que a posibles mejoras en su montura se refiere, el corredor mallorquín apuntó: "Intento dar las mejores indicaciones a mis ingenieros y ellos hacen su trabajo. Están trabajando incluso los fines de semana, pero según tengo entendido hasta el Gran Premio de Chequia no tendremos algo diferente. Habrá que confiar en la magia del deporte para seguir liderando el Mundial hasta el final".

Márquez, optimista

Por su parte, el piloto de Suter Marc Márquez, segundo clasificado en la carrera de Moto2 en la cita catalana, se mostró contento por el rendimiento ofrecido durante todo el fin de semana. "Primero en Le Mans, segundo aquí. Veníamos demostrando una buena puesta a punto todo el fin de semana. Poco a poco vamos encontrando el camino. Esto te da más confianza", señaló Márquez.

Además, el corredor catalán calificó la carrera como "bastante difícil", ya que "al principio no estaba cómodo". "Luego he ido pasando a algunos pilotos. Sabíamos que no éramos los más rápidos, pero también si lográbamos nuestro ritmo podíamos conseguir un podio", dijo.