Nino estaba convencido de que no tendría problemas para disolver su vínculo con el Tenerife, sin embargo, se ha encontrado con el mismo obstáculo que el resto de sus compañeros con contrato en vigor más allá del 30 de junio. El punta accedió a perdonar las cantidades que había pactado cobrar cuando renovó su contrato por cuatro temporadas el pasado verano. Eso sí, garantizando que cobraría el cien por cien de lo estipulado para la presente. La oferta se la hizo el anterior director deportivo, Juanjo Lorenzo, al tiempo que le anunciaba que debía buscarse equipo porque el club no tendría capacidad para cubrir su coste en Segunda B. No le faltaron pretendientes. El Sporting o el Dépor fueron algunos. Pero fue el Osasuna al que finalmente eligió -su oferta económica era la mejor-. Han transcurrido diez días desde que Nino anunciaba el acuerdo con el club pamplonica para las dos próximas temporadas con la posibilidad de ampliarlo una más. Pacto que el propio presidente de la entidad, Patxi Izco, ratificó días después. Pero la operación no ha llegado a cerrarse. El Osasuna está esperando a que el futbolista se desvincule del Tenerife para firmar su nuevo contrato. Parecía que ésta iba a ser la semana en que el asunto quedara zanjado. Pero el club isleño ha cambiado su propuesta. Ahora el trato que el Tenerife propone a los futbolistas no solo incluye que eximan al club del pago de las cantidades pactadas para las próximas temporadas sino una rebaja, o condonación en muchos casos, de los emolumentos -tres mensualidades más la ficha- de este curso. A todos los que cumplen contrato y a los que no se les ha hecho la misma oferta. Y Nino no iba a ser una excepción. Con lo cual, o cede alguna de las partes o no será posible su desvinculación. Por el momento, el Osasuna mantiene la tranquilidad, pues tiene plena confianza en que acabará contando con el que ha sido pichichi del Tenerife en las últimas cuatro campañas.