El desconsuelo y la furia caracterizaron la tarde del domingo en el estadio ''Monumental'' y sus alrededores, tras el descenso del River Plate a la Segunda División del fútbol argentino, hecho inédito en sus 110 años de vida.

Centenares de hinchas violentos destrozaron con piedras y palos lo que encontraron a mano en los accesos al mítico escenario deportivo y en otras instalaciones del club, pese a que fueron reprimidos con agua y gases lacrimógenos por las fuerzas de seguridad.

Al menos cinco coches fueron incendiados en el aparcamiento y ha quedado prácticamente destruido el bar para los socios del club, mientras que cinco policías y otras seis personas resultaron heridas, según los primeros informes extraoficiales.

Fuentes de Seguridad indicaron que varios agentes reforzaron la guardia en la concentración del River, la cual quería invadir un grupo de hinchas violentos para atacar a los jugadores.

Los futbolistas riverplatenses, rodeados de policías, debieron esperar en el campo de juego varios minutos tras la finalización del partido que igualaron con el Belgrano (1-1), a causa de que numerosos aficionados intentaban saltar al campo para agredirlos.

Un fuerte cordón de seguridad permitió que los jugadores del Belgrano salieran del ''Monumental'' y emprendieran el regreso a la ciudad de Córdoba, a unos 700 kilómetros de Buenos Aires.

Una unidad móvil del canal de noticias Crónica TV fue destrozadaa e incendiada frente al estadio y varios periodistas agredidos.

Han participado en la operación de seguridad para este partido unos 2.300 policías, récord en el fútbol argentino, pero los jefes de las fuerzas han reclamado al ministerio de Seguridad el envío de refuerzos para controlar la situación.

Las fuentes consultadas aseguraron que al menos treinta hinchas violentos han sido detenidos en las inmediaciones del ''Monumental'' y señalaron que "la cifra no es definitiva".