River Plate empató ayer con Belgrano (1-1) en el partido de vuelta de la Promoción disputado en el estadio Monumental y descendió por primera vez en su historia a la Segunda División argentina.

La formación más laureada del fútbol de su país, que necesitaba ganar por dos goles de ventaja tras perder por 2-0 el miércoles pasado en Córdoba, jugó al ataque y mereció la victoria, pero el Belgrano lo sorprendió con un tanto en la segunda parte y el portero cordobés Olave ayudó al detener un penalty a Mariano Pavone.

Miles de aficionados observaron los minutos finales del encuentro con lágrimas en los ojos, y unos 2.500 cordobeses se hicieron sentir para celebrar la máxima hazaña de la que tenga memoria su equipo. Los jugadores de River, desconsolados, tardaron varios minutos en reaccionar y fueron rodeados por un cordón policial para evitar agresiones por parte de los hinchas. El árbitro decretó el final 30 segundos antes del minuto 90 al detectar los primeros incidentes.