El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) continuó este fin de semana con su tiránico dominio en el Mundial de Fórmula Uno de 2011 al sumar en el Gran Premio de Europa su sexta victoria en las ocho carreras disputadas y con la única duda de si en el próximo Gran Premio de Gran Bretaña su monoplaza perderá parte de su potencial.

Después de que en Valencia la FIA ya prohibiese el cambio del mapa motor entre la sesión de calificación del sábado y la carrera del domingo, dentro de quince días en Silverstone se dará un paso más importante con la prohibición de usar los difusores soplados, un mecanismo que se considera clave del rendimiento de los monoplazas de Red Bull.

Sin embargo, después de que el resto de escuderías tratase de copiar el sistema de la escudería austríaca la prohibición afectará a todos y el rendimiento de los monoplazas que lo hayan aplicado se verá afectado en mayor o menor medida.

Además, por mucho que se viese afectado el coche diseñado por Adrian Newey por esta limitación parece poco probable que suponga un cambio radical para Vettel, que domina con puño de hierro el Mundial con seis victorias y dos segundos puestos en las ocho carreras celebradas del certamen.

El actual campeón del mundo acumula 186 puntos, pero lo que es más importante, una renta de 77 puntos con respecto a sus dos perseguidores más cercanos, el británico Jenson Button (McLaren) y el australiano Mark Webber.

La carrera de Silverstone también puede significar un punto de inflexión para dos equipos como Ferrari y McLaren, que pueden variar la dirección de sus objetivos según sea el resultado de este gran premio.

Aunque en Valencia la diferencia con respecto a Red Bull en la sesión de clasificación del sábado bajó de un segundo a algo menos de medio segundo, si la situación no cambia drásticamente en la carrera británica Ferrari y McLaren pueden decidir volcar sus esfuerzos en el coche de la próxima temporada y prestar una menor atención al de la actual.

A pesar de encontrarse a 99 puntos de Vettel, el español Fernando Alonso (Ferrari) volvió a demostrar en el trazado urbano de Valencia que es el piloto más completo de la actual parrilla de la Fórmula Uno.

Con un coche que nació mal concebido y que ha sido claramente inferior al de sus competidores, el asturiano obtiene el rendimiento máximo del monoplaza, como lo demuestran las diferencias que establece con su compañero, el brasileño Felipe Massa y con el que comparte las mismas armas.

En ese sentido, Alonso volvió a exprimir en Valencia su Ferrari 150º hasta doblegar al Red Bull de Webber y hacerse con el segundo escalón de un podio que se le había escapado en las tres tentativas anteriores en las que el Gran Premio de Europa se ha disputado en las calles de la capital valenciana.

Sin embargo, Ferrari también deberá desvelar en quince días la duda de si la mejoría de rendimiento en los tres últimos grandes premios -Mónaco, Canadá y Valencia- se debe a características favorables a su monoplaza de los circuitos urbanos o está motivada por haber encontrado solución a los principales defectos del monoplaza.

Asimismo, el español Jaime Alguersuari deja Valencia reforzado tras un intenso y sorprendente fin de semana para él. Después de ponerse en duda en los primeros días del gran premio su continuidad en Toro Rosso, la escudería italiana se deshizo en elogios hacia el piloto catalán el domingo por la tarde por su brillante carrera en el Gran Premio de Europa.

Tras su octavo posición en Canadá hace dos semanas, en una carrera disputada en mojado y tras salir desde la calle de garajes, Alguersuari volvió a repetir puesto en la meta del Puerto de Valencia y de nuevo tras partir desde una posición muy retrasada de la parrilla.

Con su actuación, Alguersuari disipó cualquier tipo de duda en torno a su figura. Quizá su asignatura pendiente sea mejorar en la clasificación, pero su rendimiento en carrera es indiscutible.

Mientras, en Hispania, la situación es menos esperanzadora después de que en Valencia se esperase seguir con un rendimiento al alza que finalmente no llegó ya que sus dos monoplazas cerraron la clasificación del Gran Premio de Europa tras unas carreras cuyos resultados habían hecho crecer la moral del equipo.

Silverstone también servirá para saber en qué punto se encuentra la escudería española con respecto a los otros equipos menos potentes de la parrilla.