Mientras que el equipo blanquiazul celebró hace tres temporadas el ascenso a Primera, el club gallego tocó techo al final del mismo curso al subir a Segunda B Este domingo serán rivales

JORNADA, S/C de Tenerife

El 30 de mayo de 2009 el Tenerife puso un pie y medio en Primera División. Ese día era claro favorito en la visita al Sevilla Atlético, pero nadie respiró tranquilo hasta que los de José Luis Oltra encarrilaron el encuentro y terminaron goleando. Eran tres puntos esenciales para consumar el éxito luego con dos triunfos más, frente al Xerez y el Girona. También en la última fecha del quinto mes de 2009 se disputó un choque que, por razones evidentes, pasó desapercibido para el gran público. Aquella tarde, en Elviña Grande, el Montañeros recibió al Hellín convencido de remontar el 1-0 del partido de ida y acercarse al objetivo de subir por primera vez a la Segunda B. Pero no lo consiguió y se vio abocado a competir un año más en Tercera. En cambio, cinco semanas más tarde la Federación Española invitó al Montañeros a participar en la categoría de bronce en lugar de un club que había descendido por deudas con sus jugadores, el Ciudad de Santiago.

En aquellos días nadie podía imaginar que los caminos de un Tenerife orgulloso por retornar a la élite recibiendo un sinfín de elogios y del Montañeros se iban a cruzar dos temporadas más tarde.

Las trayectorias de ambos han sido igual de sorprendentes. La del Tenerife por su inexplicable caída y la del conjunto de La Coruña por su asombrosa escalada desde la categoría más baja hasta llegar a la Segunda B, en la que lleva compitiendo tres cursos seguidos y no siempre con agobios para mantenerse. Y es que el club gallego, fundado en 1967 por un grupo de boy scouts llamado Asociación Juvenil Montañeros del Sagrado Corazón, jugaba en 2004 con ri-vales de barrio en la Tercera Regional coruñesa. A partir de ese año empezó a subir escalones, pa-sando por Segunda Regional, Primera Regional y Preferente hasta alcanzar la Tercera en tan solo cuatro años. Luego, tras dos campañas en esta categoría, en agosto de 2009 se convirtió en nuevo equipo de la Segunda B, erigiéndose en el segundo representante provincial, por detrás del Deportivo y mejor situado que un histórico, el Racing de Ferrol, que está en Tercera.

Al frente, Fausto Vázquez, el padre de un canterano del Montañeros que en 1991 decidió implicarse cada vez más en el club hasta ser presidente y que no ha hecho sino ver crecer cada año al equipo, que compite como local en Elviña Grande. Y de fondo, el Banco Gallego, su soporte más fiable.