Tres partidos consecutivos fuera de casa con empate a cero y tres guiones muy parecidos. El Tenerife jugó bien un ratito (la primera media hora igual que en San Sebastián de los Reyes o como la segunda parte de La Roda), tuvo alguna ocasión, le costó hilvanar el juego en muchos tramos, permitió que su portero se luciera, que el rival dispusiera de ocasiones para ganar y acabó mirando el presunto lado bueno del empate y poniendo excusas (esta vez fue un posible penalty por mano de Javi Sánchez tras un tiro de Zazo en el minuto dos).

280 minutos sin marcar.- Pero el caso es que no gana a domicilio desde el 11 de septiembre, lleva más de 280 minutos sin marcar y su juego dista mucho del de un candidato cuando no se siente arropado por su afición como en el Heliodoro. En el Salto del Caballo volvió a la senda anterior al horroroso partido ante el Leganés. Con un solo cambio en el once (y obligado), el de Sergio Rodríguez por Tarantino, se vio otra cosa. Fue un buen arranque de partido. Media hora para la esperanza en la que, sin brillantez y con cierta falta de agresividad en los metros finales, tocó más que nunca. Eso sí, en los peores momentos del Toledo, los locales también pudieron marcar. La tuvo Óscar, que remató fuera (13'') un centro de Diego desde la banda derecha.

El mejor tramo.- Ferrán Tacón, que inició el partido en la mediapunta, asistió a Chechu después de hacerse un bonito autopase, pero el remate del gerundense lo desvió a córner un defensa (14''). Entró el equipo de Calderón en su mejor tramo de la contienda y disfrutó de un ramillete de llegadas peligrosas que no culminó bien. Tacón volvió a vestirse de asistente, pero Víctor Bravo disparó blando. Saavedra detuvo sin problemas (26''). La fuerza que le faltó en esa acción la puso en la siguiente el zaragozano, al que le faltó esta vez puntería (27''). Chechu llegaba con cierto peligro por la derecha, donde Aguirre sufría para frenarlo. En una de sus internadas, Zazo cabeceó mal (33'').

Despierta el Toledo.- Presionaba arriba el Tenerife y robaba con cierta facilidad, lo que le permitía realizar mejores transiciones ofensivas. Cuando esa presión se disipó, el cuadro de Manolo Alfaro empezó a respirar y se atrevió a buscar la portería de Sergio Aragoneses. El gallego, casi un espectador hasta entonces, iba a empezar a ganarse el sueldo despejando a córner un cabezazo de Óscar (35''). La ocasión vino precedida por un error en la entrega de Cristóbal, que volvió a errar poco después. Alonso lo aprovechó para disparar desde la frontal. Otra vez respondió Aragoneses (43'').

Descontrol.- El análisis al descanso estaba claro. El conjunto insular no logró adelantarse en la primera media hora y luego perdió el control del choque. Los técnicos debieron pedir intensidad a los suyos en el receso porque la segunda mitad empezó a toda velocidad. En tres minutos, dos oportunidades muy claras. La primera para el Toledo, en una buena combinación que Diego acabó con un disparo muy desviado desde dentro del área (47''). La siguiente para los visitantes. Sergio Rodríguez, en su única intervención ofensiva, centró desde la izquierda y Chechu, algo forzado, obligó a intervenir a Saavedra (48'').

Se acabó el toque.- Después de un cuarto de hora inicial que se convirtió en un ida y vuelta constante desde una frontal de área a la otra, el partido entró en barrena. La escuadra toledana había igualado fuerzas a base de un buen trabajo defensivo y de "asustar" al Tenerife con la rapidez de sus tres hombres de vanguardia. Sin un nueve claro, la movilidad de los locales hizo dar un paso atrás a los mediocentros blanquiazules para asegurar su llegada a las ayudas. Y ahí se acabaron el toque y las opciones blanquiazules.

Cambios que no cambian.- Los de Antonio Calderón son cambios que no cambian nada. Tampoco tenía de qué tirar en el banquillo porque, con dos defensas y dos delanteros como suplentes, poco se puede variar el rumbo de un encuentro. La entrada de Rubén Rosquete desconectó aún más a Perona del resto. Trabajó mucho el valenciano, pero sin resultado.

El tramo final enseñó de nuevo lo peor del Tenerife. Un presunto candidato incapaz de controlar el partido y un adversario, que se sabe inferior, que se le sube a las barbas. Ramírez tuvo incluso la oportunidad de dar la victoria a su equipo, pero cabeceó fuera un centro de Alberto (75''). Luego, Alonso lo intentó con un centro-chut que tapó Aragoneses (82''). El portero tuvo que intervenir de nuevo para evitar el remate de Óscar (86''). Los de Calderón también tuvieron la suya, pero no fruto de su buen juego. En un contragolpe, Germán sacó un buen centro al que Zazo llegó demasiado forzado (92'').