El Tenerife está siguiendo una trayectoria muy similar a la que completaron las plantillas de las campañas 70/71, 82/83 y 86/87, en las que acabaron consiguiendo dar el salto a Segunda División A. Ayer, la página web del club publicó un reportaje que EL DÍA completa añadiendo el cuadro de la derecha, en el que compara las estadísticas del cuadro de Calderón, justo en la semana en que se ha completado el primer tercio de la Liga, con las que consiguieron los equipos de García Verdugo, José Ramón Fuertes y Martín Marrero.

Salvando el hecho de que los triunfos valían dos puntos se puede decir que el cuadro isleño tiene los mismos puntos que el del curso 82/83, uno menos que en la 70/71 y dos de desventaja con respecto al de la campaña 86/87. En el Heliodoro, lo supera el de García Vertudo -ganó los seis- y el de José Ramón Fuertes, con un partido más. Y fuera, solo era mejor el de Martín Marrero, con un triunfo más y empate menos.

70/71.- El Tenerife afrontaba su tercera temporada consecutiva en la categoría de bronce, finalizando los dos años anteriores en la quinta y segunda plaza, sin lograr el ascenso. García Verdugo encaraba su segundo curso en el banquillo y, pese a la solidez como local, los aficionados fueron especialmente exigentes con él. Su equipo firmó una primera vuelta como local prácticamente impecable, después de ceder un único empate ante el Talavera, si bien solo le servía para ser noveno. El cuadro insular supo aguantar la presión del entorno y acabó ascendiendo matemáticamente de categoría en la penúltima jornada tras proclamarse campeón.

82/83.- El grupo dirigido por José Ramón Fuertes, que se estrenaba como entrenador, afrontaba su quinta temporada consecutiva en la categoría de bronce (el curso anterior había sido decimotercero). Los isleños habían enderezado el rumbo tras un mal inicio y llegaban a la jornada 13 con una racha de ocho partidos sin perder: cinco victorias en casa y tres empates como visitante. El equipo ascendió matemáticamente en la penúltima jornada luego de finalizar subcampeón de su grupo.

86/87.- El Tenerife jugaba su primera temporada en Segunda B tras el descenso del verano anterior. Martín Marrero, que se estrenaba como entrenador (y Javier Pérez como presidente), tenía al equipo como líder sólido -subían directamente los cuatro primeros- y mantenía un buen margen sobre el quinto clasificado. El conjunto blanquiazul ascendió matemáticamente en la antepenúltima jornada, tras ser campeón del grupo único de la categoría de bronce.