MÁS COMPROMETIDO que en ocasiones anteriores fue el desarrollo del partido entre el Iberostar Canarias y el Palencia el pasado miércoles.

Los visitantes leyeron bien el partido y se aprovecharon, en la primera parte, del cansancio anímico de los aurinegros tras su apabullante triunfo en Lleida cuatro días antes. El líder no tuvo la misma concentración que en envites con presunto nivel de exigencia mayor y, si bien en ataque los números se correspondían con los de partidos anteriores, de medio campo hacia detrás los de Alejandro Martínez daban más facilidades de las deseadas.

Se desequilibró el choque en dos aspectos determinantes. Por un lado la calidad individual de jugadores como Richi, Jakim y Sábat y, de manera prioritaria, por la presión ejercida desde la grada por un público que no quiere dejar que su equipo pierda ese colchón en la clasificación que le supone las dos victorias de diferencia con su inmediato perseguidor.

Perseguidor el Burgos que se queda segundo en solitario tras las derrotas, imprevisible por una parte del Menorca en casa ante Huesca y la más previsible, por otra, del Lleida en La Palma. Ya avisaban desde tierras catalanas, hace pocas fechas, que no tenían mucha intención de quedar segundos al finalizar la primera vuelta. Pretenden, decían, ahorrarse el coste del desplazamiento a Tenerife para disputar la final de la Copa del Príncipe.

En nada desmerece el triunfo palmero con ese presunto desinterés de Lleida. ¡Solo faltaba! El equipo de Carlos Frade sigue mostrándose como el conjunto revelación en la Adecco Oro. El trabajo deportivo y la coherencia en la gestión avalan los resultados.

Poco descanso tienen las plantillas ahora. La próxima semana continua la Liga. Tan solo el parón de este fin de semana para celebrar la Navidad.

Unas fiestas que deseo cargadas de buenas intenciones para todos. Que la llegada de Él llene de ilusiones cada uno de los hogares. FELIZ NAVIDAD.

*Entrenador Superior de Baloncesto