A los 41 años, con dos títulos en sus alforjas y una corta pero productiva experiencia europea como entrenador, el argentino Diego Simeone acaba de concretar uno de sus mayores anhelos: dirigir al Atlético de Madrid, el equipo que lo elevó a la categoría de ídolo. "No sé cuándo, pero algún día voy a dirigir al Atlético (...) Tengo los sentimientos claros", dijo Cholo Simeone innumerables veces.

Aunque hincha confeso del Racing Club de su país, equipo en el que colgó las botas y dirigió en dos ciclos, a Simeone le ha quedado pintada la camiseta rojiblanca, la que vistió entre 1994 y 1997, y entre 2003 y 2005. Los hinchas colchoneros lo veneran y no es para menos, ya que fue el estandarte del equipo campeón de la Liga española y la Copa del Rey en la temporada 1995-1996, el único doblete de la historia del Atlético de Madrid.

Ahora regresa con una carrera corta, pero repleta de vaivenes. Llegará el próximo lunes y será presentado el 27 de diciembre. Su contrato es para lo que resta de temporada y una campaña más.

Según informó el club madrileño, cuando el sustituto del destituido Gregorio Manzano se encuentre en Madrid perfilará junto al director deportivo, José Luis Pérez Caminero, la composición definitiva de su equipo de colaboradores.

Como entrenador debutó en 2006 en el banquillo de Racing de Avellaneda y en 2007 conquistó el Apertura al frente de Estudiantes de la Plata. Posteriormente dirigió a River Plate, con el que fue campeón del Clausura argentino en 2008, pasando en 2009 a dirigir a San Lorenzo de Almagro, al que clasificó para la Copa Sudamericana.

En enero de 2011 dio el salto a Europa, salvando del descenso al Catania italiano, club que acabó firmando su mejor temporada en la Serie A. En junio firmó de nuevo por el Racing de Avellaneda, al que llevó al subcampeonato del Apertura y la clasificación para la Copa Sudamericana ocho años después de su última participación.

Simeone se desvinculó del club argentino y llega libre al Atlético de Madrid.