SI a los lectores de este artículo de EL DÍA de la presente semana les decimos que vamos a narrar parte de la historia de la fábrica Neckarsulmer Strickmaschinen Union, lo más probable es que no sepan de qué marca se trata, pero si en cambio les decimos que es la alemana NSU todo cambia drásticamente, pues en Tenerife gozó de bastante popularidad.

La NSU es una de las pocas marcas alemanas que tuvieron dos claras épocas. La primera de ellas abarca desde el año de fundación en 1905 hasta 1925, mientras que la segunda está comprendida entre los años de 1958 y 1977. En su primera etapa su fabricación estuvo destinada a las motocicletas y, precisamente, con esas máquinas obtuvo resonantes triunfos en todos los circuitos en que compitió. La prueba de que las NSU no eran unas desconocidas en nuestra isla la tenemos con el ejemplar TF-504, una bicilíndrica de 5 hp, matriculada el día 17 de octubre de 1921. La proximidad de la primera suspensión de la NSU origina que ya no se pueda importar ninguna otra a nuestra isla, por lo que la marca pasa a padecer un largo letargo que, cuando hace su retorno, a los usuarios les parecía que se trataba de una novedosa marca de automóviles, pero en cierta manera era así, pues con los Prinz se estrenan en la construcción de coches. Estos modelos eran unos utilitarios muy primorosos, dotados de motores de dos cilindros que daban una potencia de 4,8 hp, frenos hidráulicos y caja de cambios de cuatro velocidades sincronizadas.

Antes de que el caballero Félix Miethe Gellrrich (1898-1974) importara los mismos, en sustitución de la Borgward, varias son las motos que comienzan a circular por Santa Cruz, como fueron las TF-6153 o la TF-10275, esta última importada por su propio dueño, manteniendo en cierto modo encendida la antorcha para la marca. Según nuestros datos, el último ejemplar de Prinz que se matriculó fuera del control del Sr. Miethe fue en abril de 1960, al que le correspondió la TF-14109 y cuya importación la materializó la Cia. Ciesa.

De la enorme lista de NSU Prinz que vendió el señor Miethe debemos comenzar por el TF-14316, pues el mismo merece nuestra atención por haber sido su propietario el señor Antonio Bonnin Miranda, hijo del insigne acuarelista y militar, el caballero Francisco Bonnin Guerin (1874-1974). Este TF-14136 fue traído a Tenerife bajo la licencia de importación número DT-35686 e indicando entre otros datos su precio de 3.734,90 marcos alemanes. El día 28 de marzo de 1960 se solicita el necesario permiso de circulación y, tras los trámites habituales, le son concedidas la numeración ya citada el día 12 de mayo de 1960.

En catálogo de ese año la fábrica NSU disponía de otro modelo denominado Sport Prinz, que en versión deportiva y con 6 h.p. colmaba las ansias de los usuarios de la marca en el sector automovilístico. Las mejores prestaciones mecánicas de este último hace que su precio de venta al público quede fijado en 95.000 pesetas, mientras que para el valiente y primoroso Prinz, su precio es de 62.000 pesetas. Las siluetas de los Prinz con sus llamativos colores y una amplia superficie acristalada, pronto se hicieron populares y no por coincidencia, sino por abundancia. Podemos ver que en la foto que ilustra este artículo cómo se encuentra aparcado en la Alameda de la calle de La Marina un Prinz de matrícula TF-18700 al lado de un Volkswagen y obstaculizándole la salida un Fiat 1500. Imágenes para el recuerdo, puesto que no existen en la actualidad.

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