Enrique López estuvo tentado el pasado verano de aceptar la oferta de Pedro Cordero para jugar en el Tenerife, pero se decantó por otra propuesta "apetecible", tal y como la definió ayer, la del Villarreal. Con el paso de los meses y al ver que no terminaba de tener continuidad en el filial castellonense, a Kike le pudieron las ganas de competir y volvió a escuchar al director deportivo del Tenerife. Esta vez la respuesta fue afirmativa.

Así se resume la relación entre el club blanquiazul y su último refuerzo. Una relación que culminó con una "gran operación" para el representativo, según contó ayer Cordero en el acto de presentación del futbolista. "Han sido unas negociaciones silenciosas y se han hecho las cosas bien, con mucho respeto al Villarreal", destacó el dirigente al referirse a la adquisición en propiedad, por lo que queda de temporada y dos más, de un jugador que le aportará al equipo "ambición, juventud, ilusión y velocidad", y de características sin par en la plantilla. "No se sabe hasta dónde puede llegar", agregó dando a entender que se trata de un fichaje con proyección.

"No solo nos va a ayudar a conseguir el ascenso, sino que es de miras más altas", prosiguió.

¿Y cómo se consigue convencer a un jugador así? El responsable en materia de fichajes del Tenerife aseguró que la clave residió en la "predisposición" del deportista y sus "ganas de triunfar". El futbolista sospechaba que en Villarreal iba a seguir sin tener protagonismo y, como explicó Cordero, se trata de alguien al que "le cuesta estar sin jugar. Es un ganador nato y tie-ne mucha ambición, ya lo verán".

Por su parte, Kike confirmó que en su anterior club se encontraba en una "situación incómoda", ya que le gusta "jugar siempre" y no lo hacía con frecuencia, así que optó por cambiar de equipo, aunque aseguró que es consciente de que a las órdenes de García Tébar no tendrá "un sitio asegurado".

Para Kike supone "un reto" contribuir en el intento de llevar al Tenerife a Segunda A. Aún siendo un recién llegado, tiene claro que su nuevo club "no merece" militar en la categoría de bronce "por historia, estadio, afición...".

Respecto a su función en el campo, se definió como un futbolista capaz de adaptarse a todas las posiciones de ataque, aunque su especialidad es moverse en la banda derecha. "Me han puesto en la izquierda a pierna cambiada y también me gusta jugar como segunda punta, por mi movilidad y mi rapidez, pero donde más he participado es en la derecha".

Kike confía en mostrar esas cualidades a la afición este domingo en el Heliodoro, un estadio en el que marcó un gol con el Salamanca en la Liga 2010/11. Esa vivencia le sirve para suponer que "en este campo voy a disfrutar".