Andrés García Tébar no lleva ni dos semanas en la Isla y mañana se enfrenta a un examen de nivel. El albaceteño confía en que sus ideas sirvan para doblegar a un rival directo en la lucha por el ascenso, pues sabe que, amén de las exigencias clasificatorias, solo así reforzará su crédito dentro y fuera del vestuario. De ahí que ayer no escondiera que, aún conociendo el tipo de fútbol que gusta en la Isla, ha planteado el partido con el único objetivo de ganar los cuatro puntos, dijo, que están en juego. El técnico no se permite florituras porque sabe que el tiempo juega en su contra.

Llega un partido muy importante, ante un rival directo, un Albacete que está en uno de sus mejores momentos...

Sí. Sin lugar a dudas, está en su mejor momento. La Copa lo ha reactivado, le ha dado más confianza en su trabajo y lo demostró consiguiendo un buen resultado ante un equipo tan importante como el Castilla. Es un grupo muy sólido.

¿Tiene ganas de debutar en el Heliodoro?

Es un día francamente especial para mí. Primero porque debuto y, segundo, porque viene el equipo de mi tierra. Pero también porque es un partido tremendamente importante para nosotros.

La semana pasada hablaba de la importancia de que los jugadores crean en usted, ¿poco a poco lo va consiguiendo?

Lo que les he comentado es que he venido a ayudarles si me lo permiten. Incluso, creo que una vez o dos les comenté que si no estaban dispuestos a hacerlo lo dijeran para irme a mi casa. Siempre he entendido que sin la complicidad del futbolista difícilmente un entrenador puede hacer nada. El domingo pasado fue la primera toma de contacto y el resultado te reactiva, te otorga un margen de credibilidad y confianza. Ojalá que todo siga así.

Comenta que poco a poco intenta implantar su filosofía al equipo, por el tiempo que lleva en la Isla, ¿qué es lo que no puede faltar ante el Albacete?

Es difícil que en tan poco espacio de tiempo pueda trasladar todo lo que quiero. Pero, primero, permítanme una aclaración: no siempre los entrenadores tenemos el equipo que queremos para la idea futbolística que podamos tener. Lo que creo es que un técnico tiene que ver las características de los futbolistas y adaptarse. Pero con esto hay mucha demagogia. Muchos entrenadores, a los que respeto, dicen que morirán con sus ideas. Creo que es una equivocación. Yo trato de coger a los que mejor estén, ubicarlos y a partir de ahí intentar sacarles el mayor rendimiento posible. A veces me extiendo en las explicaciones y alguna vez les he pedido disculpas, pero todo va en mi afán por querer ayudarles. Lo que sí estoy intentando es que aquellas cosas que estamos trabajando se conviertan en conceptos que asimilemos.

¿Le da importancia al golaverage?

Claro. Es importantísimo. Éste es un partido de cuatro puntos para nosotros.

¿Espera que el rival le permita al Tenerife llevar la iniciativa?

A nivel organizativo es un equipo que juega con las líneas tremendamente juntas y creo que es el equipo que mejor presiona de la categoría. De hecho, me parece que están encantados cuando el rival les ataca porque se sienten bien sin balón y tienen mucha sincronización en los movimientos defensivos. Además, va bien con transiciones rápidas. La prueba es que el domingo contra el Castilla en la primera parte prácticamente no le permitieron salir del medio del campo. Yo, en ese sentido, tengo muy claro que ante un equipo que presiona tenemos dos opciones: llegar a través pases, desmarques, movilidad, apoyos, precisión, ... como el Barcelona, pero si no tienes esas características lo que debes hacer es transitar por esa zona del centro del campo y buscar a los puntas y segundas jugadas. Ahora, creo en el futbolista inteligente y no voy a hacer que todos los ataques estén condicionados por esta idea. El futbolista tiene que elegir. Eso sí, por la experiencia que tengo en la categoría, si queremos jugar el "play-off" y ascender, debemos corregir dos cosas: no tener pérdidas en zonas de creación y defender bien el balón parado. Con eso y haciendo las cosas medianamente bien, nuestras opciones crecerán.

¿Habrá convocatoria?

No. Los citaré a todos y elegiré el mismo domingo a los 16 porque necesito que los que no estén también apoyen y ayuden. Lo que no quiero son egos y vanidades. Para mí el Tenerife está por encima de todo. Y si queremos intentar conseguir el ascenso debe haber unión. Por ejemplo, el Albacete es un equipo colectivamente muy bien armado. En general, lo que hace falta es tener buenos jugadores y nosotros los tenemos para lo que es la categoría, pero ahora debo intentar que funcionemos como equipo en el menor espacio de tiempo posible.

¿Le agobia esa falta de tiempo?

Lo que pasa es que soy muy pesado. El fútbol está hecho de pequeños detalles. Y, en este caso, mi filosofía es fácil. Con muchos o pocos conocimientos, estando más o menos cualificado intento llegar esta noche y no recriminarme nada. El tiempo es un factor, pero hay que tratar de ganarlo. ¿Cómo se hace? Con resultados. Es que esto es el Tenerife. Es la exigencia de este club. Aquí se cambia de entrenador y el margen de los cien días no vale. Aquí tenemos que ganar.

Más allá de cuestiones futbolísticas, ¿ve que el equipo ha mejorado psicológicamente?

Esta semana, seguro porque los resultados te acompañan. Al final, el aspecto mental es tremendamente importante. Ayer, sin ir más lejos, me dirigí a Abel en el entrenamiento. Creo que tiene el físico más privilegiado: longilíneo, estilizado, ... Y recuerdo verlo en Albacete y a los 60 minutos se le habían subido los gemelos. Se que no es por su condición física. Es porque hay una serie de circunstancias que lo atenazan. El caso es que en el Tenerife no solo tienes que ser un buen jugador de la categoría, sino que tienes que tener personalidad. Luego, hay otros, y ayer me encargué de decírselo, que a lo mejor se han confundido. Venir a esta ciudad, a este estadio, con vosotros -la prensa-, puede disparar los egos, las vanidades y hay que ser sencillo y humilde, porque de lo contrario no vamos a ningún lado. Eso es lo que intento mejorar.