En solo quince días, Pablo Sicilia pasó de acudir a la sala de prensa del Heliodoro Rodríguez López para ejercer de capitán y dar la cara en un momento delicado del Tenerife, minutos antes de que Antonio Calderón fuera despedido, a mostrarse eufórico por haber sido protagonista en el triunfo ante el Albacete. La de ayer fue una de esas citas que llenan al futbolista grancanario: espíritu de superación, remontada, gol con su firma y una afición entregada en la grada. "Me recordó al ambiente de los partidos grandes, a aquellas tardes en Segunda A y Primera", contó con la emoción latente por la experiencia vivida sobre el césped.

Al recordar la jugada en la que batió a Miguel, el central resopló antes de saborear de nuevo otro capítulo inolvidable de su trayectoria como blanquiazul. "Creo que todo comenzó en un córner", comentó haciendo un esfuerzo para recomponer los hechos. "El centro sale pasado, Chechu hace una pared y en lugar de volver atrás, decido quedarme en el área del Albacete. Nadie me marca y el pase es espectacular, así que solo tuve que poner la cabeza y girar el cuello. En el suelo veo cómo entra el balón en la portería. Fue de los mejores momentos que uno puede vivir, un instante que no tiene precio. Poder ver a tanta gente feliz alrededor es algo muy especial".

De alguna manera, Sicilia se sintió recompensado por los casi siete meses que permaneció de baja a causa de la grave lesión que sufrió el 4 de junio de 2011. Para el "6" del Tenerife su paso por el quirófano y el largo período de rehabilitación "forman parte del pasado". Pablo prefiere "vivir el presente" y valorar los ratos agradables que le brinda su profesión. "Agradezco la oportunidad que estoy teniendo de seguir jugando al fútbol y de estar con mis compañeros a pie de campo, y que la rodilla no me esté dando ningún problema", aseguró convencido de que es "un privilegiado, porque es espectacular estar en el césped y tener el graderío de todo un estadio apoyando".

Repasando lo sucedido en el Tenerife en las últimas semanas, a Pablo no le quedó otra alternativa que tirar de tópicos y señalar que "esto es el fútbol, es lo que tiene". A su juicio, al equipo se le presentó "una oportunidad más para hacer las cosas bien" y, por lo visto desde la llegada de García Tébar al banquillo, la ha aprovechado. "Tenemos otra cara y ahora se trata de seguir con buenas sensaciones cada semana", prosiguió para destacar que "el grupo cree en las ideas del nuevo entrenador y ha respondido ante un gran rival, porque no era nada fácil sacar el partido adelante después de encajar un gol en el primer minuto. Eso refleja que el equipo está metido y que quiere hacer algo bonito".

El zaguero le otorgó una mayor trascendencia a la victoria por haberse producido ante un equipo que también aspira a disputar la fase de ascenso. "Era importantísimo ganar al Albacete, porque es un rival directo y, además, tenemos a favor el golaverage particular".

Fiel a su estilo, Sicilia no quiso terminar su intervención ante los medios de comunicación sin dirigirse nuevamente a los aficionados. "La gente se va contenta a su casa y orgullosa con el trabajo de su equipo, que supongo que era algo que añoraba. Ahora hay que conseguir que se llene el estadio y que el público siga creyendo en el Tenerife", concluyó el jugador.