Uno de los alicientes del partido de ayer fue el estreno en el Heliodoro Rodríguez López de las dos últimas contrataciones realizadas por el club en enero, Luismi Loro, que ya debutó en la jornada pasada ante el Conquense, y Kike López.

Si antes que ellos, los también recién llegados Raúl Llorente y Aridane Santana habían ofrecido un notable rendimiento con el uniforme blanquiazul, el mediapunta madrileño y el extremo salmantino confirmaron ayer que los cuatro futbolistas elegidos por el director deportivo Pedro Cordero en el mercado de invierno son verdaderos refuerzos, más que simples fichajes de relleno. Que dure.

Luismi completó su convincente actuación con la perfecta ejecución de la falta directa que abrió el camino del representativo hacia la remontada. "Suelo marcar goles de esta manera y pensé que podía hacerlo una vez más. Y como me vi con confianza, les pedí el balón a los compañeros y ellos me dejaron lanzar", explicó el futbolista procedente del Elche. "Estoy contento porque vine al Tenerife a aportar lo máximo, y conseguirlo hace que me sienta muy contento, sobre todo si ganamos", añadió el "10" del conjunto blanquiazul, que frente al Albacete demostró que es algo más que un segundo punta. "He jugado muchas veces en el doble pivote o de media punta con dos delanteros, y si el partido lo requiere y tengo que estar más retrasado, no tengo problemas".

Loro quiso mencionar a los aficionados al referirse a los artífices del triunfo. Es más, indicó que "fue una victoria de toda la gente de Tenerife, porque el partido se puso muy complicado en el primer minuto y la afición estuvo de diez: nos levantó, seguimos creyendo, tuvimos ocasiones y no nos vinimos abajo, hasta que empatamos. Por el esfuerzo que hizo el equipo, merecimos sumar los tres puntos".

Por su parte, Kike López confesó que "el empuje" del público y "las ganas de lograr la victoria" le ayudaron a resistir los noventa minutos, ya que "hacía casi dos meses" que no completaba un partido y se sintió "cansado" en los últimos minutos. El que fuera integrante de la plantilla del Villarreal B hasta finales de enero opinó que su primer partido con el Tenerife salió "a pedir de boca", aunque también reconoció que acusó en alguna que otra jugada "la falta de entendimiento con los demás".

Asimismo, aseguró que terminó el encuentro "gratamente sorprendido" por la actitud del pú-blico, porque "la gente empujó incluso cuando el equipo estaba perdiendo, y eso es algo que se nota mucho en el campo". Al respecto, puso de relieve que "jugamos con uno más en la grada".

Por último, Kike optó por no dar rienda suelta a la euforia, dado que el Tenerife dio "un paso importante, pero esto no termina aquí. El camino es largo y complicado".