Jonay Hernández, desde siempre Meji en el mundo del fútbol, cumple hoy 33 años. El regalo que ha pedido es sencillo: estar en el once del próximo domingo. La baja de Raúl Llorente, que fue expulsado ante el Coruxo, le abre esta posibilidad. Compite por el sitio con Tarantino, que podría pasar al lateral para dar cabida en el centro de la zaga a Ayoze.

¿Se plantea que el domingo le puede llegar una oportunidad después de mucho tiempo?

Sí. Ahora quedan estos días para ver lo que considera el míster, pero me veo con opciones. Intento entrenarme cada semana para tener esa posibilidad y es verdad que llevo tiempo sin jugar, aunque no he bajado los brazos y sigo trabajando al máximo para ponérselo difícil al míster. Si me llega la oportunidad, estaré bien.

¿Se le ha hecho duro estar fuera del once y de las convocatorias?

Es duro porque el jugador siempre quiere estar ahí. En un equipo como éste es más difícil. Ahora Raúl lo ha está haciendo fenomenal, el quipo va bien y no te queda otra que apoyar porque, si se consigue el objetivo de subir, todos nos vamos a ver beneficiados.

Supongo que la experiencia le ayuda a digerir períodos de suplencia como el suyo.

Con 20 años todo hubiera sido diferente, pero sé cuál es mi rol. Tengo claro lo que puedo aportar en el vestuario, en los entrenamientos, cuando me toca jugar...

¿Hace autocrítica sobre su rendimiento?

Siempre. En los últimos partidos estaba muy cómodo y creo que encontré mi mejor juego. Al principio no estuve acertado, pero con la confianza y los entrenamientos fui cogiendo la dinámica del grupo y mejoré. Tengo ganas de volver.

Su lateral fue de los puestos más criticados, ¿cómo lo llevó?

Se lleva. No por mí, sino por los familiares. Te llega que están criticándote injustamente y, a veces, ves que puede haber hasta algún interés por medio. Pero prefiero no perder energía en eso y centrarme en mi labor.

¿Qué opinión tiene de su compañero Raúl Llorente?

Es un chaval estupendo, que está haciendo las cosas muy bien. Es rápido, agresivo y le está dando al puesto un añadido.

El equipo ha mejorado y cuando se gana, hay menos cambios.

Claro. Desde que ha llegado García Tébar se han encadenado tres triunfos, hemos ganado en intensidad y en carácter. Es otra dinámica. Quizá la defensa sufre un poco menos porque la primera línea de combate, como dice el míster, aprieta mucho arriba y los balones llegan filtrados. Yo me centraré en aprovechar la oportunidad cuando me toque.

Antes hablaba del cambio que ha experimentado el equipo desde la llegada de García Tébar.

La diferencia fundamental no está en que juguemos mejor, sino en que recuperamos el balón antes, en campo contrario. No es que antes fuésemos peores o Antonio (Calderón) fuera peor entrenador. Simplemente son dos maneras diferentes de ver el fútbol.

Pero les va mejor...

Con ésta nos va mejor sí. Hasta corremos menos porque corremos hacia delante. En la salida de balón apretamos mucho al contrario y, por eso, recuperamos el balón pronto y hacemos más daño. Llevamos tres victorias y aquí en la Isla tendemos a magnificarlo todo. Es todo blanco o negro. Debemos estar tranquilos y llegar bien a final de temporada.

Hasta las críticas han desaparecido con el cambio en el juego.

Jugar mejor no estamos jugando mejor. Estamos defendiendo mucho mejor. Eso sí, pero el juego no es muy diferente cuando tenemos la pelota. Además, tenemos el añadido de Luismi Loro, que nos ha dado mucho con sus asistencias y con su juego. Y a Kike López, a Aridane que ha metido tres goles y al propio Raúl Llorente.

Vamos que los fichajes de invierno han ayudado lo suyo.

Nos han dado un plus. La labor de Pedro Cordero ha sido excelente. Ha sabido leer el equipo y traer lo que hacía falta para mejorarlo.

¿Ha mejorado la actitud de los jugadores?

No era ese el problema, aunque quizás la atención sí. Con un técnico nuevo estás más concentrado, más atento. Pero la actitud siempre ha sido buena. Este grupo se ha caracterizado por eso.

¿Es viable recuperar los seis puntos de diferencia con el Real Madrid Castilla?

Sí, pero nosotros a lo nuestro. A mantener la dinámica, a hacerle caso al entrenador y sin mirar hacia arriba o hacia abajo. Cuando queden cinco o seis partidos llegará el momento de ver en qué situación estamos.