Fue un acto reflejo. Tenía un balón cerca y, sin pensarlo dos veces, lo lanzó al césped con el único fin de perder tiempo. "Estábamos con dos jugadores menos y solo quería ayudar al equipo para conseguir los tres puntos", explicó Razak Brimah, el portero reserva del Tenerife que fue expulsado con tarjeta roja directa por detener el desarrollo del partido del domingo ante el Getafe B, al introducir un segundo balón en el campo.

El ghanés aseguró que obró así por iniciativa propia. "Fue por mi cuenta, nadie me dijo que lo hiciera", indicó Razak, que en ese momento no sospechó que el árbitro iba a estar tan atento a lo que sucedía en el banquillo local. "Me pilló en el momento justo", añadió. Ahora se expone a una sanción que podría tenerlo tres jornadas fuera de las convocatorias, consecuencia que le ha sorprendido. "Ya me he enterado de que me pueden caer tres partidos. Si lo llego a saber, me lo habría pensado mejor antes de tirar el balón. Solo espero que el castigo sea mucho menor".