La situación deportiva que vive el CB Isla de Tenerife Aguere se asemeja a la económica y se define en una palabra: lamentable. Lo vivido el pasado martes en el Ríos Tejera, en el partido que disputó el equipo de Antonio Pernas ante el Ensino clama al cielo por lo que parece una alarmante falta de respeto a la propia entidad, con más de 25 años de historia y con un pasado que marcó una etapa en el baloncesto femenino tinerfeño.

No parece de recibo que un plantel que arrancó la campaña con diez jugadoras se vea en la situación de afrontar los partidos con cinco séniors, tras la marcha voluntaria de Lesslle Mason, Eva Serra y Jennifer Harris, consecuencia de la falta de recursos económicos para pagar las nóminas de estas profesionales.

Se han quedado seis: Esther Moreno, Yaiza García, Berta Chumillas, Laura Bejarano, María Espín y la lesionada Eva Lorenzo.

Y aquí llega la pregunta del millón de dólares: ¿Cómo es posible que ante esta delicada situación y contando con un equipo júnior en la Liga Canaria -solo ha perdido un partido- no trabajen con el primer equipo las más destacadas de sus jugadoras?

Que por los estudios o demás no puedan desplazarse a tierras peninsulares puede entenderse, pero no parece normal que jugando en casa el banquillo esté vacío y las "cinco guerrilleras" tengan que hacer un tremendo esfuerzo para luchar por la victoria en la Liga Femenina-2 y ser capaces de ocupar la undécima plaza, con 6 victorias.

Entrenadores enfrentados

Antonio Pernas, quien en pretemporada recomendó al club salir en Primera División Autonómica para paliar los graves problemas económicos, confirmó a EL DÍA que desde el mes de octubre no tiene relación alguna con el entrenador del plantel júnior, Claudio García.

Preguntado por qué no disponía de jugadoras de la cantera fue rotundo: "Eso quisiera saber yo. Lo he planteado en muchas ocasiones pero no ha habido respuesta".

De inmediato hablamos con el joven técnico lagunero y se limita a decir: "Yo podría hablar, pero no lo quiero hacer, pero la culpa no es mía. Habla con el club", señaló.

Expuesta la situación a Lali Gómez, delegada de campo y directiva, indicó: "Los trapos sucios hay que lavarlos en casa. Estamos compitiendo y dando la cara en cada partido".

Y aquí no dimite nadie.