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AthleticIraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, De Marcos; Susaeta (San José, 46''), Iturraspe (Íñigo Pérez, 46''), Herrera (Ekiza, 67''), Muniain; Toquero y Llorente.

Lokomotiv MoscúGuilherme; Shishkin, Belyaev (Da Costa, 79''), Burlak, Yanbáev; Tarasov; Ozdoev (Sychev, 66''), Zapater, Glushakov, Torbinski (Obinna, 66''); y Caicedo.

ÁrbitroPawel Gil (Polonia). Expulsó a Amorebieta, en el minuto 59, por doble tarjeta amarilla. Además, mostró amarilla a los locales Iturraspe y Javi Martínez, y a los visitantes Zapater, Caicedo, Tarasov y Obinna.

Gol1-0, 61 m., Muniain.

IncidenciasPartido de vuelta de dieciseisavos de final de la Liga Europa, presenciado en San Mamés por unos 33.000 espectadores. Antes de comenzar el partido, el capitán del Lokomotiv, Dimitri Torbinsky, realizó la tradicional ofrenda floral al busto de Pichichi que lleva a cabo cada equipo que visita San Mamés por primera vez.

Un gol de Iker Muniain, estando su equipo en inferioridad numérica, ha hecho posible el sueño del Athletic Club de continuar en la Liga Europa y, sobre todo, poder medirse en la próxima ronda a un Manchester United que eliminó ayer al Ajax.

El gol del pequeño navarro, capital en los rojiblancos en el tiempo que estuvieron con uno menos, les sirvió a los de Marcelo Bielsa para imponerse, por un escueto pero suficiente 1-0, a un Lokomotiv de Moscú que dio una buena impresión en La Catedral.

El Athletic tuvo que superar muchas barreras: la remontada local en Moscú, su espesura en el juego en la primera mitad de ayer, quedarse en inferioridad con media hora larga por jugarse y el asedio al que le sometió el equipo ruso en el sprint final.

Pero la aparición de Fernando Llorente en los primeros minutos de la segunda parte resultó decisiva en la jugada del gol, ya que confirmó la superioridad por arriba que estaba manteniendo tras el descanso tocando un balón que Muniain, en el segundo palo en una jugada que ya ha aprovechado más veces, remachase ante Gulherme.

Un primer disparo del ecuatoriano Felipe Caicedo en el minuto 2, bien detenido por Iraizoz, avisó al Athletic de que el partido no iba a ser fácil. Y esa primera impresión se confirmó a pesar de dos disparos de Iraola, desde la frontal, y Javi Martínez, tras córner, ninguno de ellos entre los tres palos.

El remate del campeón del mundo puso haber sido gol ya que lo realizó en el área pequeña, pero tener que rematar con el pie y a bote pronto un balón llegado de la esquina no lo esperaba el navarro.

El choque entró entonces en un toma y daca con varias acciones muy protestadas por unas gradas muy disconformes con el arbitraje. Independientemente a la labor del polaco Pawel Gil, el Athletic, con Toquero incrustado en el medio campo, pero con demasiada querencia a acompañar a Llorente, no encontraba opciones.

No obstante, cada vez iba haciéndose más con el control del choque, aunque sin llegar a crear más peligro que la incertidumbre de jugar prácticamente todo el tiempo en campo rival con llegadas esporádicas un tanto aturulladas por la buena defensa rival.

A pesar de ello, quien tuvo una ocasión antes del descanso fue el Lokomotiv, un centro de Torbinski tras una buena jugada personal que tocó Caicedo en el primer palo y despejó como pudo el meta Iraizoz.

El entrenador del Athletic, Marcelo Bielsa, vio que las cosas no funcionaban bien y no dudó en mover el equipo ya al inicio del segundo tiempo. Así, dejó en el vestuario Iturraspe, amonestado, y Susaeta para dar entrada a San José e Íñigo Pérez, que se ubicaron en la línea de cuatro de atrás para que Javi Martínez y De Marcos se incorporarse al centro del campo.

Funcionó mejor el equipo rojiblanco, que empezó a encontrar a Llorente, que remató un par de veces y provocó un tercer remate de Herrera solo en el área.

Con el choque escorado hacia el área de Guilherme, Amorebieta se confió en un balón que tenía controlado, se lo robó un rival, al que tuvo que hacer falta para que se no marchas solo hacia Iraizoz y dejó a su equipo en inferioridad.

No notó mucho el golpe el equipo rojiblanco el golpe, ya que inmediatamente creó un par de ocasiones. La primera de Herrera, muy clara pero se un defensa se interpuso en su disparo, y la segunda el gol. Un saque de esquina que botó Íñigo Pérez, que tocó en primera instancia Llorente y remachó en el segundo palo Muniain. A partir de ahí, asedio visitante, agonía local y fiesta final a la que puso guinda toda la grada, bufanda estirada entre mano y mano, cantando el himno local.

El Athletic ha vuelto a alcanzar los octavos de final de una competición europea después de no lograr ese objetivo las tres últimas veces que lo intentó. La última ocasión fue en la Copa de la UEFA de la temporada 1994-1995, se enfrentó en octavos al Parma italiano, que le eliminó en esa ronda.