Jorge Perona no repetía en un mismo partido la voltereta -esa ce-lebración que lo caracteriza y que empezó a hacer cuando era niño emulando a su ídolo de entonces, Hugo Sánchez- desde el 1 de octubre de 2010, cuando marcó por partida doble en el encuentro que disputó su anterior equipo, el Real Oviedo, con el Peña Sport en el estadio Carlos Tartiere. Quince meses más tarde, y ya con el uniforme del Tenerife, el delantero valenciano volvió a batir dos veces al portero rival, justo en el momento más necesario para su equipo. Había que remontar un 0-1 ante el Castilla y el "11" del conjunto blanquiazul se encargó de abrir el camino y de poner con ventaja a la escuadra de García Tébar.

Con la satisfacción de haber sido protagonista en un choque tan crucial, Perona prefirió no atribuirse todo el mérito del triunfo. "Puede que los medios de comunicación se queden con el dato de que metí los dos primeros goles, pero creo que la labor de todo el equipo y el desgaste de cada uno de los jugadores fueron enormes", destacó.

Jorge reconoció que el tanto de Juanfran en el minuto 18 de juego fue "un mazazo" para un Tenerife que inició el partido "con fuerza y apretando" al adversario. "En ese momento pensamos que la cosa se complicaba y que había que tener cuidado", confesó. "Pero el equipo sacó carácter y raza", prosiguió el atacante sin obviar otro factor determinante en la reacción del Tenerife. "Sabíamos que el Castilla sufre en los centros laterales, porque no fija bien las marcas, y así llegó el primer gol", relató el autor del empate. Así resumió la jugada en la que consiguió la décima diana en la Liga. "Me llega un centro de Chechu, me anticipo al primer palo y cabeceo bien".

Casi media hora de juego más tarde, ya con la segunda mitad avanzada, Perona volvió a aparecer para colar de nuevo el balón en la portería defendida por Tomás Mejías. En este caso, admitió que fue un "gol de oportunista".

Con once aciertos en su estadística y la misma cantidad de jornadas para que termine la fase regular de la temporada, Jorge no renuncia a cerrar el curso como máximo realizador de la categoría.

"Ser Pichichi está en mi mente porque soy ambicioso", comentó antes de añadir que asumió desde su primer día como blanquiazul el papel de referencia ofensiva. "Cuando vine sabía que me iban a pedir goles, y es lo que he intentado hacer desde que llegué. Lo estoy logrando y quiero seguir".

De igual manera, Jorge se mostró ambicioso al referirse a los objetivos colectivos y apuntar al primer puesto de la clasificación. "Hay que seguir soñando y vamos a luchar por ello", aseguró haciendo alusión al intento del Tenerife de rebasar al Castilla en la tabla. Eso sí, afirmó que "todo puede cambiar de una semana para otra. Si perdemos con La Roda, estaremos otra vez a siete puntos. No hay que bajar la guardia".