Quedaban tres jornadas para el final del Campeonato de Liga en el Grupo Valenciano de Tercera División en la temporada 06-07. El Torrevieja, arropado por casi 3.000 fieles en cada partido (la mayoría de ellos extranjeros residentes en la localidad alicantina), peleaba por clasificarse para el "play off" de ascenso a Segunda B. Un tropiezo en la jornada 35 provocó la destitución del entrenador. Ese entrenador era Antonio Cabezuelo, más conocido como Rojo, que dirige en la actualidad al próximo rival blanquiazul, La Roda CF. "Cuando un entrenador es destituido, le juzgan los números. Y eran tremendos porque llegamos a estar 22 partidos sin perder esa temporada", cuenta el ahora preparador del equipo revelación del Grupo I de Segunda B.

El hombre que mandaba en el área deportiva del club alicantino entonces, el que tomó la determinación de prescindir de su técnico a solo tres jornadas del final, no es otro que Pedro Cordero. Rojo no entendió entonces esa postura, pero caballerosamente prefiere no referirse al actual director deportivo del CD Tenerife. "Aquello no me trae buenos recuerdos, aunque soy respetuoso con la gente y el tiempo ha pasado. Pero fue una experiencia totalmente negativa", cuenta.

El Torrevieja fue dirigido las tres jornadas restantes por Paco Pliego, que clasificó al equipo para las eliminatorias de ascenso. Como la historia va de casualidades, después de eliminar al Utebo en primera ronda, el bombo quiso cruzar al popular "Torry" con el Fuerteventura. En Puerto del Rosario el resultado fue ajustado: 1-0 para los majoreros. Siete días después se disputó el choque de vuelta. Con más de 6.000 personas en las gradas del Vicente García, el 2-2 dejaba al Torrevieja un año más en Tercera y permitía seguir en la lucha para alcanzar el ascenso al Fuerteventura. En el banquillo de ese equipo estaba José Juan Almeyda, al que años más tarde quiso Cordero llevar al Águilas CF.

Han pasado cinco temporadas desde entonces y Rojo dirige ahora al modesto La Roda CF. Recién ascendido de Tercera División, sobrevive sin problemas en un exigente grupo. Después de 27 jornadas, está séptimo y la distancia con los puestos de "play off" es menor (diez puntos) que con respecto a los de descenso (once), lo que acerca a la escuadra manchega a su objetivo de la permanencia.

Uno de los causantes del éxito es, sin duda, su entrenador. "Estamos contentos con la trayectoria, pero seguimos con la misma humildad", asegura Rojo antes de referirse al partido ante el Tenerife como "un premio y no un problema". Su idea es la de "ofrecer los mismos argumentos" de hace 15 días en Valdebebas "porque no solemos cambiar por el rival e intentar sorprender a un equipo que ha mejorado en juego y resultados".