Poco a poco Andrés García Tébar encuentra más iluminado el camino. Ya ha entendido qué estilo potencia las virtudes de sus futbolistas y qué aspectos psicológicos debe abordar para ganar en competitividad. Uno de ellos es relajar la presión por alcanzar al Castilla. Otro, atender exclusivamente al siguiente partido. Así que hoy solo cabe pensar en doblegar al San Sebastián de los Reyes.

¿Tiene decidido el once?

Más o menos. No podemos contar con Cristóbal y manejo algunas alternativas: Chechu o Sergio. El resto, no quiero que difiera mucho al de Madrid.

¿Chechu tiene más opciones?

Se que para Chechu no es una posición desconocida. Pero habría que quitarlo de una posición cuyo rendimiento me ha dejado muy contento. Es lo único que me planteo. Me calentaré la cabeza hasta mañana -por hoy-.

¿Qué efecto ha tenido que el Castilla esté a cuatro puntos?

Siempre es positivo. Ganas y todo es felicidad. Pero, en este caso, tienes menos tiempo para saborearlo porque el siguiente partido es tremendamente importante.

¿Cómo cree que será?

Hacer un vaticinio sería un atrevimiento. El Sanse lucha por objetivos completamente distintos a los nuestros, pero tan importantes como estos. Sabe que tiene que coger puntos si quiere salir de la situación en que se encuentra y desde el punto de vista psicológico ha salido reforzado del partido contra el Castilla. Es verdad que puede que nos vayan más los equipos que jueguen de tú a tú que aquellos que acumulan mucha gente detrás del balón. Pero no se sabe qué puede ocurrir. El fútbol es demasiado abstracto a veces.

¿Cómo se convoca a la afición?

Creo que es muy fácil. A diferencia de otros sitios, aquí afortunadamente la gente primero es del Tenerife. Así que creo que la elección es clara.

Jugará tres partidos en una semana, ¿cree que el factor físico pasará factura?

Sí. Pero todos estamos en la misma situación. Pretendimos cambiar el partido del Rayo al sábado, pero no se pudo. Independientemente de eso, creo que es más importante el aspecto mental. Estoy preocupado. Hoy leía en el periódico EL DÍA unos datos estadísticos que desconocía: somos el peor en los enfrentamientos contra los de la parte baja de la clasificación. Las estadísticas nos están dando un aviso importante. Un equipo que aspira a algo no puede fallar contra los que están más abajo del décimo puesto. Eso es un toque de atención. La lectura que he hecho, y se lo he comentado a los jugadores, es que nuestro grado de intensidad baja en esos partidos y no es bueno. En el momento en que este equipo no tenga un alto grado de atención y concentración es uno más. Con el nombre y la historia no se gana nada, sino con actitud e intensidad. Y estoy preocupado. Compitiendo solo contra los de arriba no se consiguen los objetivos. Si no jugamos con la intensidad adecuada será muy difícil ganar.

El Sanse es el menos goleador...

Pero ahora no podemos bajar ni un ápice la intensidad. Si me preguntan por una clave del partido, la tengo clara. El Sanse es un equipo fuerte, físico, que le pone intensidad. Si en los balones divididos, las segundas jugadas, ... los igualamos apuesto por el Tenerife. Pero si resulta que disputamos cinco balones y perdemos tres, evidentemente tendremos problemas.

Decía el viernes pasado que había llegado a la conclusión de que este equipo debía hacer un juego más vertical. Después del resultado del domingo, ¿siente que ha dado con la tecla?

Este equipo si tiene espacios es bueno. Lo hemos demostrado con los dos de los que mejor manifiestan este tipo de juego que son el Castilla y el Rayo B, equipos dotados con jugadores muy veloces, con mucha calidad de medio campo hacia arriba. Incluso hasta partidos de ida y vuelta, en que pensaba que podríamos tener problemas, nos han salido de cara. Pero tenemos jugadores con velocidad en los costados, laterales que llegan bien y debemos apoyarnos en eso. Así que el estilo que mejor nos viene es ese del que hablo.

¿Se está hablando demasiado del primer puesto y no de asegurar el "play-off"?

Ahí os entiendo. Lo que pasa es que como profesional, por el respeto que le tengo al fútbol, no corresponde que diga que vamos a quedar primeros. Quién iba a pensar que el Atlético de Madrid jugaría en Segunda o el Valencia... Tienes que ir partido a partido, día a día, mañana -por hoy- tenemos que ganar. Ojalá sea así. Luego nos centraremos en el siguiente. Lo demás son cuentos.

Quedan seis puntos por disputarse esta semana, ¿hasta qué extremo cree que influirá en la clasificación final?

Si lográramos ganarlos todos daríamos un paso muy importante. Ahora parece que el Rayo, después del resultado del domingo pasado, se pone más lejos, pero de entre los cinco que hay: Lugo, Oviedo, Albacete, Castilla y Tenerife, uno se tiene que quedar fuera. Y los mismos puntos que tenemos que recortar hacia arriba, son los que nos distancian de abajo.

Su equipo ha sido el mejor de los dos últimos meses en el grupo. ¿Qué le parece?

No me sugiere nada. Probablemente el futbolista haya tenido más acierto, se haya aplicado y con la llegada de nuevos jugadores siempre aumenta la competencia, hace que otros suban su rendimiento.

Pero usted algo habrá influido porque con los puntos que ha sumado el Tenerife desde que llegó sería líder...

Gracias. Me parece que desde mi llegada hacemos 2,375 puntos por partido, muy por encima de la media inglesa de la que hablábamos y que probablemente te valga. Se, además, que hemos encajado pocos goles y que con los números de estos últimos ocho partidos tendríamos 69 puntos. Pero si ganas ocho y luego pierdes cuatro o cinco... La valoración hay que hacerla al final. Pero el único objetivo ahora es clasificarnos para el "play-off", aunque luego siendo el Tenerife tampoco podemos renunciar a mirar más arriba.

En torno a Manolo Sánchez hay un debate abierto. ¿Cómo se toma las críticas por la forma en que dio instrucciones a los jugadores el domingo en Vallecas?

El segundo del Tenerife y de cualquier equipo de España lo que hace en un 98 por ciento es encargarse de estudiar el balón parado. Si hago un cambio, él es el que da las instrucciones en el aspecto estratégico. Lo que me contó es que el móvil no le funcionaba y se dirigía así al futbolista para decirle lo que tenía que hacer en el balón parado. Nada más.