Nico Rosberg (Mercedes) saldrá hoy desde el primer puesto de la parrilla del GP de China, la tercera prueba del Mundial de Fórmula Uno, tras haber sido el mejor en la calificación, en la que el español Fernando Alonso (Ferrari), líder del Mundial, acabó noveno.

Rosberg firmó, en el circuito de Shanghái, la primera "pole" de su carrera en la Fórmula Uno y arrancará desde la línea delantera junto a su compañero y compatriota Michael Schumacher.

Nico fue, de lejos, el más rápido en la pista china, de 5.451 metros, que cubrió, en su vuelta estelar, en un tiempo de un minuto, 35 segundos y 121 milésimas, a 206,3 kilómetros a la hora y con medio segundo de ventaja sobre el inglés Lewis Hamilton, que después de haber salido desde la "pole" en Australia y Malasia, se tuvo que conformar ayer con ser segundo en la cronometrada principal.

Sin embargo, el campeón mundial de 2008, el único que ha repetido triunfo en Shanghái -ese año y el pasado-, donde se corre desde 2004, perderá cinco puestos en la formación de salida, dado que antes de que arrancase el Gran Premio tuvo que sustituir la caja de cambios de su monoplaza, acción que acarrea la citada sanción.

Rosberg y Schumacher protagonizaron la mejor jornada de Mercedes desde que arrancase la nueva era de la escudería alemana, en 2010. Que fue triste para su compatriota Sebastian Vettel (Red Bull), que el año pasado se convirtió -con 24 años y tres meses- en el bicampeón mundial más joven de la historia.

Acostumbrado a saborear de forma reiterada las mieles del éxito durante las pasadas dos temporadas, Vettel no entró ayer en la Q3. Algo que no sucedía desde 2009. Y además, tuvo que hincar la rodilla ante su compañero australiano Mark Webber, que saldrá desde la tercera fila, al lado del otro inglés de McLaren, Jenson Button, vencedor de la carrera inaugural de Melbourne.

Ferrari hizo lo que pudo con un coche que aún deberá mejorar. El brasileño Felipe Massa no entró en la Q3 y saldrá duodécimo, al lado de Vettel. Por delante de los Williams del venezolano Pastor Maldonado y de otro brasileño, Bruno Senna. El sobrino del mito.

Alonso -que ganó en Shanghái en 2005 y fue segundo los dos años siguientes- arrancará noveno y tendrá que aferrarse a inclemencias meteorológicas o a situaciones extrañas para aspirar a entrar en una lotería en la que con su talento pueda sustituir las carencias del monoplaza. Tal y como hiciese hace tres semanas, en Malasia.

El asturiano, que desea "que llueva o haya una carrera loca", había marcado el segundo tiempo -por detrás de "Checo"- en la Q1, sesión en la que quedaron eliminados los dos pilotos de la escudería española HRT, el español Pedro de la Rosa y el indio Narain Karthikeyan, que saldrán desde la última fila, pero acortaron las diferencias y se marcharon contentos. Hoy buscarán acabar.