Bayern y Real Madrid asoma desde hoy en semifinales con un primer capítulo en el Allianz Arena, estadio que acogerá la final, donde el equipo de José Mourinho deberá romper una maldición para cumplir su gran reto: dar al madridismo la décima Copa de Europa. Un total de 18 enfrentamientos en esta competición convierten este partido en un clásico del fútbol europeo. Trece Copas de Europa sobre el césped y dos equipos con la necesidad de rememorar tiempos pasados en una competición que no conquistan desde el 2001 el conjunto germano y 2002 el español.

El caminar madridista por Liga de Campeones ha sido inmaculado esta temporada. Récord con pleno de victorias en la fase de grupos y dos eliminatorias superadas con demostración de poder ante Olympique de Lyon y Apoel, equipo revelación del campeonato. La hora de la verdad llega en el Allianz. Nueve visitas a Múnich y un solo empate. Ocho derrotas que son una losa del pasado a olvidar.

Para ello Mourinho cuenta con toda su plantilla. En una semana decisiva para Liga de Campeones y Liga, con los encuentros en el Allianz y Camp Nou, dos clásicos. Dudas por despejar en un once en el que en principio renunciará al exitoso tridente ofensivo sentando a Gonzalo Higuaín en el banquillo y medita apostar por un trivote en el centro del campo.

La historia no juega

Mourinho restó ayer importancia al hecho de que su equipo nunca haya ganado en Múnich y afirmó en la previa, obligado por la UEFA a hablar, que "la historia no juega mañana (hoy)".

"Son números que no tienen ningún significado. La historia no juega. Nada. Es una semifinal y como todas las semifinales el que las juega las quiere ganar. Tenemos la motivación extra de ser la segunda temporada en jugar las semifinales", dijo Mourinho, que no quiso dar pistas del equipo que alineará hoy y que convocó a toda su plantilla.

El Bayern, por su parte, llega a la cita sin novedades y las únicas bajas son las previsibles del belga Daniel Van Buyten y del brasileño Breno. Bastian Schweisteiger, tras una larga ausencia por lesión, ya jugó el sábado 90 minutos contra el Maguncia y el entrenador, el extinerfeñista y exmadridista Jupp Heynckes, cuenta con él.

Para el Bayern, los duelos de esta semifinal serán los partidos más importantes de la temporada, puesto que, con la Liga ya perdida, son los que lo separan del gran sueño que es llegar a la final de la competición, en Múnich.