No va más. Ocho meses han pasado desde que arrancara la competición. Ocho meses para armar un equipo, hacer buen fútbol y ganar confianza de cara a la parte decisiva de la temporada, la que de verdad es importante: el "play off". Nada de esto se ha conseguido. Seguramente por eso, la primera plaza resulta ya imposible de alcanzar. De hecho, ni siquiera tiene garantizada el CD Tenerife su presencia entre los cuatro primeros, donde ha estado casi todo el Campeonato.

Entre el tiempo que se perdió con Antonio Calderón y las prisas (y posterior crisis) luego con García Tébar, los jugadores dirigidos ahora por Quique Medina se presentan en el último mes de competición sin los deberes hechos. No están mal situados ni están lejos de conseguirlo, pero para rematar ese trabajo se antojan vitales los dos próximos compromisos. Atlético de Madrid B y Real Oviedo tienen la llave para que los insulares puedan cubrir el mal menor de meterse en "play off". Aunque sea a trancas y barrancas.

Quique Medina lo sabe e intentará que sus futbolistas abandonen la ansiedad y los nervios para centrarse en explotar al máximo sus habilidades futbolísticas. La apuesta por la tranquilidad, inexistente en los meses anteriores, puede plasmarse en un once muy parecido al del Lugo. Víctor Bravo seguirá siendo el conductor de juego, ayudado por Luismi Loro en la mediapunta. Eso sí, el retorno de Chechu podría desembocar en el traslado de Kike López a la punta de ataque. Si se confirma, los blanquiazules partirían sin delanteros natos.

Enfrente, un filial que busca su última oportunidad de meterse en la pelea por el "play off". Está a siete puntos del Tenerife y debe ganar para soñar. Esta vez no le vale el empate, que es su resultado "preferido". Lleva quince (el que más de Segunda B igualado con otros cinco equipos) y es, además, el segundo menos goleado del Grupo. Justo por detrás del Tenerife.