José Mourinho, técnico del Real Madrid, consideró como "gran temporada" la que va a culminar su equipo conquistando el título liguero, del que está a una sola victoria, y aseguró que tiene más valor por quitársela a un "Barcelona merecedor de tantos adjetivos positivos".

"Si no la ganamos la Liga será la temporada del casi y al final no ganas nada. Si la ganamos, podemos decir que es una gran temporada, un gran título. Si el Barcelona es merecedor de tantos adjetivos positivos que le califican como un equipo fantástico, si conseguimos terminar por delante de ellos da más valor a nuestro trabajo", dijo.

"Ganamos la Copa el primer año, la Liga este y tenemos un equipo con margen de progresión grande por ser joven. Cuando termine la temporada tendremos tiempo para preparar la próxima y ser un poquito mejores", añadió.

La segunda ocasión de ser campeón para el Real Madrid llega el miércoles en San Mamés. "Me gusta mucho jugar en Bilbao, un estadio futbolero que va a muerte con su equipo y obviamente no es simpático para sus adversarios. Pero un gran estadio que respira fútbol".

"Ante la presión, la sal y pimienta de grandes partidos, mi equipo se siente bien. Lo hemos visto en ambientes especiales como Barcelona, donde se jugaba mucho, Calderón siendo el gran rival de la ciudad o Pamplona. Queremos ganar para ser campeones, ellos quieren ganar para que no podamos serlo allí. Esto es el fútbol".

Y avisó del peligro de un Athletic que tendrá a jugadores importantes con más descanso que los madridistas. "En su último partido han descansado prácticamente todos sus titulares. No juegan Iturraspe ni Ander Herrera pero tiene gente con mucha calidad".

Desmintió Mourinho que no desee seguir trabajando con Zinedine Zidane. "Es falso, pero la política de este club en todas las noticias falsas es no salir a desmentir, porque estaríamos toda la temporada desmintiendo cosas".

Respecto a ver cumplido un reto personal, ganar la Liga en cuatro países distintos, dijo: "Cuando lo consigamos veremos qué sentimos. Normalmente, yo en esos momentos estoy tranquilo, pienso que no será mi última liga, que habrá otra posibilidad para celebrar otra vez. No soy un gran hombre de fiestas y celebraciones".

"Pero nunca he escondido que uno de mis objetivos era conseguir ganar las tres ligas más importantes del fútbol europeo y mundial, Inglaterra, Italia y España, si lo consigo es un momento de felicidad para mí. Cuando mis equipos celebran me gusta estar tranquilo y lo más escondido posible", avisó.

Y desvinculó su continuidad a la marcha de Pep Guardiola. "Mi decisión de continuar en el Real Madrid no tiene que ver con quién es el entrenador de otro equipo o a quién compra y vende. He venido a España hace dos años exactamente para este reto y el Real Madrid sigue su camino. El Barcelona el suyo y, si deciden que Vilanova es la persona ideal, lo hace con convicción. Nosotros les respetamos como siempre. Será nuestro gran rival el próximo año".