Javier Vales vivirá hoy su tercera final de la Copa Heliodoro desde el banquillo. Al técnico de la SD Tenisca le gusta esta competición, sobre todo cuando se llega al partido decisivo. Tiene claro que este mediodía se miden los dos mejores equipos del fútbol canario en la actualidad.

"Cuando empieza este trofeo uno lo usa para dar minutos a los que no juegan, pero a medida que avanzas en las eliminatorias te animas y quieres llegar cada vez más lejos", explica Javier Vales para quien "la final es una final". "Es emocionante y vale la pena, pero hay que llegar a ella. Es una pena que no nos preocupemos tanto de esta competición", añade.

El técnico del Tenisca no esconde que hoy sobre el césped del Heliodoro se van a medir "los dos mejores equipos de la temporada y se ve por lo hecho en la Liga y en esta Copa".

El preparador de los palmeros reconoce que una hay presión externa añadida por obtener este trofeo, la lógica de un club que quiere ser campeón. "Hemos estado en 10 finales y solo ganado una. Hay que quedar campeón de Liga, ascender, ganar la Copa Heliodoro... El Tenisca es un club campeón. Hay gente a la que le ilusiona más la Copa que el partido del domingo", reconoce Javier Vales, que hace referencia a que los actores de la cita de hoy se volverán a ver las caras en la Liga este domingo, en el estadio Virgen de Las Nieves, una oportunidad para su equipo de recortar los cuatro puntos de ventaja que actualmente cuenta el líder Marino a falta de dos jornadas. "Si ganamos el domingo en la Liga, tengo la intuición de que quedaremos campeones del Grupo Canario", revela, si bien el técnico se centra ahora en la final de hoy.

"Este partido es definitivo, después de él no hay más, por lo que hay que ganarlo. En el de la Liga, aún quedaría una jornada más y nosotros vamos a obligar al Marino a que se jueguen el título en la última jornada. Son encuentros diferentes, el de Copa es definitivo", dice el entrenador de un equipo que reconoce la existencia de factores motivacionales extras para la cita de hoy. "Los futbolistas que no la han vivido tienen ganas de vivirla, juegas en el estadio, con mucha gente de fútbol, nuestra afición... es un escaparate", afirma.