En Inglaterra, cuna del boxeo moderno, se afirma que lo más difícil para un púgil es llegar a lo que ellos denominan "stance", que viene a ser ritmo, coordinación y forma. Lo necesita el músico, el bailarín, el compositor, el arquitecto y, por supuesto, el boxeador. Hay púgiles que lo logran rápidamente. Otros tardan más en conquistar este ángulo técnico. Sin esta facultad, el boxeador sube al ring en desventaja...

Pues bien, esta trilogía ya mencionada la atesora, de momento, y ojalá dure lo recomendable, el grancanario Ceferino Rodríguez Noda "Ferino V", que, a sus 23 años y con solo media docena de combates profesionales, y tras una notable campaña en el terreno amateur, se acaba de proclamar, con todos los merecimientos, campeón de España del peso welter, en su isla natal. Y acaba de obtener esta cota ante su paisano David Pulido (38 años), que en el ocaso de su balbuceante y sincopada carrera pugilística ha dado toda una lección de entrega, sacrificio y pundonor durante los casi diez asaltos (k.o.t.) que sostuvo ante la elegancia y el estilo de su oponente, que, en muchas facetas de la contienda, nos hizo recordar, por varios motivos, al inolvidable Juan Albornoz "Sombrita", que, como Ferino, siempre fue más partidario de dibujar el directo al rostro que la media circunferencia a los planos medios.

Ferino, de físico privilegiado y de una excepcional envergadura, de la que saca el mayor rendimiento, es la viva estampa del púgil que siempre nos ha entusiasmado porque con esta serie de artistas del ensogado el pugilismo recobra su belleza estética, complementada por un armonioso juego de piernas, con fintas de cintura y con esa seriedad combativa donde la sobriedad de sus ataques, sus aisladas combinaciones relámpagos y su encomiable preparación física -como hacía Sombrita, Ferino no se sienta en el minuto de descanso- lo convierten en un púgil digno de admiración.

Hace muchos años, y en un modesto recinto deportivo de Taco, vimos debutar a un jovencito que nos llamó poderosamente la atención. Se llamaba Miguel Velázquez Torres. Con el tiempo, ya lo saben los aficionados, fue campeón de España, de Europa y mundial. Hace menos años un púgil barbilampiño y también en su debut como amateur nos causó idéntico impacto. Era Ferino, miembro de una saga amante de este deporte de violencia reglamentada. Valgan estas reflexiones para añadir que evidentemente el púgil no se hace sino que nace... y, después, se pule y se modela. Y esta tarea la viene interpretando, con las mejores puntuaciones, su preparador, el joven Carlos Formento, en cuyo gimnasio, y lo hemos comprobado, sus numerosos pupilos escenifican mucho más la técnica, la habilidad y la pericia que otras facetas, puede que más espectaculares, pero menos convincentes para los que buscamos, con ahínco, la pureza en este deporte milenario y olímpico, en el que Canarias, en estos momentos, posee a los dos campeones más jóvenes del panorama pugilístico profesional español, el ya mencionado Ferino y el tinerfeño Zebenzuí García Jiménez, líder de los pesos plumas, hermano de "Ray García", que como amateur nos dejó notas de sobresaliente en cuadriláteros no solo nacionales sino internacionales.

Tras el referido triunfo, Ferino se ha convertido en el undécimo campeón de España profesional que ha dado la provincia de Las Palmas de Gran Canaria, siendo sus antecesores los siguientes: Nicolás Santana Vera "Young Ciclone" (1946), Miguel Calderín Liria "Kimbo" (1959), Cayetano Ojeda Herrera "Kid Tano" (1962), Cesáreo Barrera Moya (1962), Carmelo García Afonso "García Gancho" (1962), Manuel Quintana Trujillo (1970), Ramiro Suárez García (1972), Vicente Jorge Robayna "Sendín" (1983), Pedro Octavio Miranda Rosales (1997) y Alexis Callero Quevedo (2007).