En nuestro archipiélago, los años cuarenta del siglo XX fueron catastróficos en lo que a nuevas unidades matriculadas nos referimos. Ante tanta escasez, cualquier artilugio que más o menos se asemejara a un fotingo era apto para incorporarlo a la circulación, así como, pero en menos cantidad, los que se importaban usados, sobre todo desde Inglaterra, y que se consideraban preciadas joyas del automovilismo por aquel entonces, ya que su apariencia y estado superaban con creces a los "originarios" reconstruidos en nuestra isla.

Todos estos antecedentes se remontan a un decreto del gobierno de Franco de fecha 23 de septiembre de 1939 y en el cual se autorizaba a la reconstrucción de vehículos e incluso se permitía que aquellos que por diferentes motivos se encontraban dados de baja se les permitiera de nuevo circular. Como es obvio, este decreto nació de la necesidad de poner en marcha o aumentar el precario parque automovilístico que existía tras la finalización de la Guerra Civil.

De entre los documentos estudiados sobre el tema del ya famoso decreto de 1939 hemos entresacado aquellos que nos han parecido más insólitos o complicados. De una extensa lista de "fotingos reconstruidos" abundan en mayor cantidad los coches, pero de la misma tampoco escaparon camiones o furgonetas. Toda era reutilizable, y por eso le podemos aplicar a ese deseo de poner en marcha cuanto antes un nuevo vehículo el conocido refrán de "a caballo regalado no le mires el diente". Uno de los fotingos más veteranos que de nuevo hace un reestreno es el Trojan TF-937, que tras ampararse en el citado decreto le son asignadas las nuevas placas de TF-6291. En el lado más complicado de la lista se encuentran, por ejemplo, los Citroën TF-2554 y el TF-3388, que tras unirse en completa armonía por el decreto de 1939 surge un nuevo y flamante fotingo, con la misma marca pero esta vez bajo la contraseña de la TF-6289. También a este grupo de gemelos está la camioneta Chevrolet TF-6292, nacida de la TF-2213 y de la TF-3354. Los fotingos originarios de Las Palmas de Gran Canaria tampoco estuvieron ausentes de este trasiego, ya que de los GC-1228 y GC-1270 hace acto de presencia el Willys-Knight carrozado en coupé TF-6303. Hasta aquí, por lo narrado, parece que la labor de reconstrucción era fácil, pero nada más lejos de la realidad, ya que necesitaba buen ingenio y amplios conocimientos de mecánica para llevar a feliz término esta labor. El ejemplo de ello lo encontramos en el expediente del camión Condor TF-6270, puesto que su chasis fue construido por el señor Elías González Morales en el Puerto de la Cruz, instalándose el motor Waukesha que tenía antes el camión Condor TF-5891. Al apartado de los importados usados en esos mismos años se encuentra el Standard TF-6268, llegado a nuestra isla el día 29 de junio de 1939 con la matrícula inglesa de AF-7712, siendo su propietario Mr. Owens James Reginald, adquirido posteriormente por el señor Ramiro Sendín Díez por la cantidad de 7.000 pesetas y dado el alta el día 21 de junio de 1942. En similares circunstancias hizo su desembarco en nuestra isla, el día 3 de mayo de 1933, a bordo del buque "Bañaderos", el descapotable Hillman, el cual estuvo nueve años circulando con sus placas inglesas de CV-1206 hasta que en 1945 regularizara su situación con las siglas de TF-6312. Como habrá comprobado el lector en esos años hubo aquí de todo un poco.