El Atlético de Madrid ha ofrecido a la virgen de la Almudena el trofeo de campeón de la Liga Europa en una breve ceremonia religiosa presidida por el obispo auxiliar, César Franco, y celebrada en la catedral madrileña.

El religioso, encargado de dirigir el acto en ausencia de monseñor Rouco Varela, de viaje en Roma; ha agradecido el gesto del conjunto colchonero al tiempo que le ha felicitado por el triunfo. Asimismo recalcó algunos de los valores del deporte.

"En esta copa está la deportividad, la solidaridad, el espíritu de equipo y la exigencia. Pido para todo el club que esos valores del deporte sean para toda la persona", explicó.

Por su parte el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo afirmó que la expedición llegaba a la catedral "para dar las gracias y ofertar la copa": "A la Virgen le pedimos que siga intercediendo por esta gran familia rojiblanca, la cual siempre le esta muy agradecida", añadió.

Tras las palabras de ambos, los miembros de la primera plantilla subieron hasta el altar. En primer lugar lo hicieron, con el trofeo, los capitales Luis Amaranto Perea y Antonio López. Posteriormente el resto de integrantes de la comitiva.

A su llegada, los rojiblancos fueron recibidos por el sonido de las campanas del templo y por las voces de algunos aficionados que se agolpaban en la explanada de entrada con camisetas, bufandas y banderas.

Esta es la primera parada del recorrido que los jugadores realizarán por la capital del España. A continuación se dirigirán al Ayuntamiento y al edificio de la Comunidad de Madrid antes de finalizar la fiesta en la estatua de Neptuno.