El Panathinaikos no podrá reeditar el título de Euroliga conquistado el año pasado en Barcelona tras caer ante el CSKA, en un final de infarto que resolvió Teodosic con una canasta a falta de 38 segundos para acabar el partido.

El conjunto heleno aún dispuso de una posesión para ganar, pero la defensa rusa sobre Diamantidis impidió que el base pudiese siquiera intentar el tiro a canasta.

Y eso que el Panathinaikos arrancó como un huracán, con el balón circulando de dentro a fuera a la velocidad de la luz y Maric, primero, y Batiste, después, destrozando a los pívots del CSKA.