Bilbao se ha despertado hoy engalanada de rojiblanco, preparada para vivir esta noche, ante el Barcelona, la segunda final del Athletic Club en quince días, la de Copa, tras perder la primera de la Liga Europa.

La ciudad se ha despertado más vacía: la Ertzaintza calcula que entre cuarenta y cincuenta mil personas se han puesto en camino a Madrid o están a punto de hacerlo para disfrutar de la final, aunque ni siquiera la mitad tiene entrada.

La "operación salida" ha comenzado temprano: el primer tren ha partido a las ocho y cinco de la mañana, entre banderas, cánticos y optimismo.

Además de los trenes chárter fletados por agencias de viaje, Renfe ha doblado la composición, es decir, van con el doble de plazas, varios de los convoyes habituales entre Bilbao y Madrid.

En autobús, Alsa trasladará a unos seis mil aficionados a la final; a ellos se suman los miles que recorrerán en sus coches particulares los cuatrocientos kilómetros entre Bilbao y Madrid, y los que irán en avión.

Las consecuencias del éxodo ya se están notando en la circulación: el peaje de Burgos de la autopista N-1 tenía a las diez y media de la mañana fuertes retenciones.

En la ciudad la vista es la misma que en las últimas semanas, ya que los edificios de Bilbao y de otras localidad de Bizkaia han engalanado sus ventanas y balcones con cientos de banderas rojiblancas.

Hoy la proliferación de los colores rojo y blanco se ha intensificado, ya que han sido numerosos los niños que han ido al colegio con la camiseta del equipo y también los bilbaínos que han acudido a su puesto de trabajo enfundados en la elástica del equipo, unas camisetas que en los últimos días casi se han agotado.

A la hora del encuentro, las diez de la noche, San Mamés -con capacidad para 40.000 personas-, estará a rebosar, aunque la final tenga lugar en Madrid, para ver el partido en pantallas gigantes.

Los que no han podido hacerse con una entrada para entrar al estadio dispondrán de otros once puntos en Bilbao para ver la final en pantallas gigantes.

El calor que se espera hoy hace pensar que la afición bilbaína saldrá en masa a la calle para presenciar el choque a través de las pantallas.

Para garantizar la seguridad de los aficionados, el Ayuntamiento ha organizado un operativo especial de transporte público, seguridad y limpieza, en el que participarán 90 agentes de la Policía Municipal y 50 personas para el servicio de limpieza una vez que concluya el partido.

Cuando acabe, la afición se concentrará en la calle Licenciado Poza, cercana a San Mamés.

Si el Athletic gana, el fin de semana será largo: la gabarra que llevará a los jugadores en caso de ganar surcará la ría el domingo a partir de las cuatro de la tarde.