España ha sufrido en el torneo masculino de fútbol Londres 2012 un fracaso tan doloroso como inesperado, ya que se plantó en el Reino Unido como uno de los grandes favoritos a la medalla de oro y está eliminado después de jugar solo los dos primeros partidos.

La "rojita" no ha estado a la altura esperada y ha dado al traste con una de las preseas a priori más claras de la delegación española, un tanto necesitada de éxitos en unos primeros días de un par de disparos al poste pero sin concretar metales.

Se le torcieron muy pronto las cosas al equipo de Luis Milla, que llegó al torneo un tanto falto de preparación, como el propio técnico turolense reconoció tras la eliminación.

La pesadez en las piernas con la que llegaron a Glasgow convirtió en un auténtico suplicio el primer partido para los jugadores, que fueron barridos en Hampden Park por una Japón exhuberante en lo físico y con el encuentro muy preparado,

Ese 0-1 inicial lastró el ánimo del grupo, que ya se veía contra Brasil en cuartos de final y tenía muy complicado un torneo de inicio muy favorable por los rivales y el calendario.

Pero lo que no esperaban los de Milla -ni nadie- era caer también ante Honduras, que había mostrado carencias el primer día ante una Marruecos superior y frente a la que aguantó como pudo un empate incluso estando en superioridad.

El equipo ha perdido criterio, imaginación y control demasiado tiempo. El que han dado a sus rivales, ninguno de los dos entre la élite mundial, para que diesen al trate con sus fundadas ilusiones de hacer historia y dar al fútbol español la tercera corona de un triplete inédito.