El Sevilla se tuvo que conformar con un empate a domicilio frente al Rayo (0-0), después de un partido en el que fallaron dos penaltis por medio de Álvaro Negredo e Iván Rakitic, y jugaron con un hombre más veinte minutos tras la expulsión del portero local Rubén Martínez. Desde el inicio, el conjunto hispalense se erigió como dominador del encuentro en todas sus facetas.