"Espero que no me preguntes si quiero que gane el Tenerife o el Atlético de Madrid porque sería responder si quiero más a papá o a mamá". Así empezaba Quique Estebaranz una conversación en la que repasó sus sensaciones sobre el equipo en el que jugó 138 partidos y marcó 31 goles entre 1989 y 1993. En ella, también dejó apuntes sobre el próximo rival, del que dirige su Escuela de Formación. Esta ocupación hace que el exblanquiazul haya visto progresar a muchas de las perlas de la cantera rojiblanca.

Desde su conocimiento de la Segunda B, Quique recomienda que "la apuesta vaya encaminada a quedar primero". La exigencia se basa en "lo que ha sucedido en este inicio de Liga". Las siete jornadas disputadas, con cinco triunfos y dos empates, apoyan esta idea sobre el objetivo que debería fijarse el Tenerife. "Lo bueno de quedar primero es que tienes dos oportunidades y eso es muy importante", recuerda el exfutbolista evocando "el disgusto" que se llevó el pasado mes de junio cuando no se consiguió el ascenso ante la Ponferradina.

Para Estebaranz, "el no ascender la pasada temporada significa que se ha tocado fondo y que tiene que llegar el punto de inflexión ya". Su mal recuerdo se torna en una expresión de rabia, que nace de un hombre que participó en la etapa más gloriosa del club, que comparten muchos seguidores del representativo: "El Tenerife no puede estar ahí". Incluso, se atreve con un paralelismo: "El Atlético tuvo su propio infierno en Segunda y tardó dos años en regresar". Por eso, espera que el cuadro blanquiazul "esté pasando el suyo en Segunda B y le toque volver esta temporada".

Pero el peor momento no se vivió hace unos meses, sino con el descenso a Segunda B. "El inicio de aquella temporada en Segunda A fue circense, kafkiano, con aquello del pasillo que iba a hacer Las Palmas", rememora antes de sentenciar que aquello "fue una cura de humildad". Año y medio después, las cosas han cambiado. "Noto que la afición empieza a disfrutar de nuevo", dice.

Ahora el Tenerife marcha líder del Grupo I y transmite otras cosas. "Las sensaciones son buenas, son sensaciones de líder", explica Quique que ahora observa "trabajo y humildad, que es la mejor manera porque si sacas pecho, te lo hunden". Por eso, se atreve a diagnosticar, no sin advertir sobre "lo mucho que queda", que "van bien encaminados los intereses del Tenerife".

En estos días recibe llamadas de la Isla, donde no podrá estar para ver el encuentro ante el Atlético de Madrid B. "En verano ya estuve allí y visité El Mundialito. Pude ver a Quique Medina, a Toño Hernández y a jugadores que he tenido como Sergio Rodríguez o Raúl Llorente", indica, "pero el del domingo no lo podré ver". Será una "lástima" porque el director de la Escuela de Formación del cuadro colchonero espera "un partido entretenido, dada la apuesta futbolística de los dos equipos".

Será un alivio "para ambos", puesto que en la Segunda B predominan "la pelea, la rudeza, la estrategia, el que tú propongas un juego y el contrario repliegue, patadón y contragolpe". Para los jóvenes futbolistas atléticos "es un reto, una montaña que deben superar" tanto esta categoría como enfrentamientos duros como el de este domingo en el Heliodoro Rodríguez López cuando tengan enfrente al líder.